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La historia del bebé que murió por falta de atención médica y el drama de su familia por no poder pagar por su sepelio

Aunque su cuadro de desnutrición era crítico, un bebé no fue atendido en el Hospital San Juan de Dios, lo que habría desencadenado en su muerte y ahora su familia vive un doble drama al no poder pagar los gastos fúnebres.

El pequeño Leonel fue velado en la casa donde crecía, en el asentamiento Óscar Berger, en un barranco entre las colonias Kennedy y Maya, en la zona 18 de la capital. (Foto Prensa Libre: Roberto López)

El pequeño Leonel fue velado en la casa donde crecía, en el asentamiento Óscar Berger, en un barranco entre las colonias Kennedy y Maya, en la zona 18 de la capital. (Foto Prensa Libre: Roberto López)

Sentados bajo una lona azul que sobresale de una champa improvisada con costales y nylon está Leonel de Jesús Álvarez, de 69 años, y Nancy Paola Díaz Reyes, 19, junto a un pequeño féretro blanco con el cuerpo de Leonel, un bebé que este 1 de abril cumpliría cuatro meses, pero que, debido a la falta de oportunidades y la crisis hospitalaria que se vive en Guatemala se convirtió en una víctima más de la desnutrición.

En el fondo del barranco, entre las colonias Kennedy y Maya, en la zona 18 de la ciudad de Guatemala, se ubica el asentamiento Óscar Berger, y a unos 300 metros de profundidad está la humilde vivienda de esta familia que ahora está de luto por la perdida de Leonel, de quien solo quedan los recuerdos, pues tanto su madre como su abuelo se niegan a creer que los médicos del Hospital San Juan de Dios le negaron la atención que buscaron en dos oportunidades.

Nancy Díaz, madre del pequeño Leonel, recuerda con angustia que su pequeño no fue atendido en dicho hospital debido a que por la pandemia le dijeron que solo se permitía el ingreso de 10 pacientes; además, señaló que por su condición económica se les hizo imposible buscar ayuda en un centro asistencial privado.

Pero el drama de la familia es peor aún, pues el sepelio del pequeño estaba previsto para este jueves 31 de marzo a las 11 horas, pero al no haber reunido el dinero necesario para pagar los trámites correspondientes el cortejo se retrasó, mientras la familia recurría a la buena voluntad de los vecinos para darle cristiana sepultura.

De acuerdo con la familia, desde el viernes pasado el bebé comenzó con fiebre, vómitos y diarrea; sin embargo, aunque le dieron leche y suero no mejoró, por lo que Nancy salió el martes de su vivienda buscando ayuda médica en el Hospital General San Juan de Dios, pero le dijeron que regresara al día siguiente.

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“Pensaba madrugar más y ver como estaba antes”, dijo Nancy; sin embargo, a las pocas horas su bebé estaba muriendo.

Leonel murió el miércoles pasado a las 3 de la madrugada, sin haber logrado la atención que esperaba en el general San Juan de Dios. “Cuando desperté a verlo ya había muerto en mis brazos”, recuerda la madre del pequeño.

La familia es de escasos recursos y vive en una casa improvisada con paredes de nylon y costales, piso de tierra, unos parales y techo de lámina.

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Sobre la cama ha quedado un oso de peluche viejo que era único juguete de Leonel, quien según la necropsia del Inacif, murió de “desnutrición proteica calórica severa”.

Cuesta arriba con el féretro y con una deuda que no saben cómo pagar

Leonel de Jesús Álvarez es el abuelo del bebé y a sus 69 años su ocupación es zapatero, mientras que Nancy vende pan y aseguran que día a día sobreviven con lo que pueden; sin embargo, ahora necesitan pagar Q890 a la funeraria que accedió a trasladar el féretro al cementerio e incluso hacer el pago de Q65 al mismo para tener el derecho de abrir la fosa, la cual el mismo abuelo madrugó para cavar.

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Al principio les habían indicado que debían esperar un día más para sepultarlo, pero al ver presencia de la Prensa los trabajadores de la funeraria les indicó que lo fueran a inhumar y luego hicieran el pago, algo que no saben cómo saldar.

El bebé fue velado en el hogar donde murió, pero llegar a ese lugar es difícil, ya que la familia es una de las que vive hasta el fondo asentamiento. al que solo se puede llegar caminando y luego atravesar un río de aguas negras.

De esa cuenta una vecina abrió su casa para que por allí pudiesen atravesar con el féretro camino al cementerio.

De momento las autoridades del Hospital General San Juan de Dios no se han pronunciado al respecto.