En el caso de las mujeres adultas, la alerta Isabel Claudina reporta la desaparición de cuatro mujeres todos los días y aunque el 89 por ciento de las alertas son desactivadas, aún hay 673 mujeres de las cuales no se sabe su paradero.
Bajo este panorama, un grupo de hackers se ha unido para utilizar herramientas digitales que recopilan información pública para analizar los datos y convertirlas información útil.
Estos tecnológicos trabajan desde el ámbito privado, pero proponen que las plataformas que utilizan sean también usadas por los entes encargados de la investigación penal para unir esfuerzos en la localización de las personas, en especial de las niñas, niñas y mujeres que ocupan el mayor porcentaje de desapariciones.
“Hay mucha tecnología que no está siendo explotada y en estos casos las tecnologías de la información se vuelven una herramienta vital para compartir información relevante y lograr localizarlos en el menor tiempo posible”, dice Armando Monzón del Instituto Nacional de Ciberseguridad.
A decir de Monzón, las Tics (tecnologías de la información y comunicación) son de utilidad por los tiempos críticos que atraviesan la sociedad y el ciberespacio.
Lo importante, dicen es que en el caso de las desapariciones, entre más información se comparta en las redes, más rápido se puede procesar. Algo elemental son fotografías claras que ayuden a hacer un análisis de imagen.
La huella digital
Pero algo importante también es el rastro que deja la persona en el ciberespacio y que puede ser fácilmente rastreable a través de geolocalización.
Jorge Martín Vila, coordinador de Missing Children Argentina, explica que no es lo mismo la desaparición de una mujer de 70 años que la de una persona de 16 años, “la huella digital es muy diferente”, explica.
En el caso de los niños, las plataformas de juego en línea resultan útiles porque pueden dejar un hilo de información de los usuarios que comparten con el infante.
Identificar los espacios cibernéticos en el que las personas se mueven, los usuarios con los que se relacionan y quienes reaccionan a las publicaciones de su desaparición que dejen información importante de la última vez la vieron puede ser útil para localizar a alguien. Pero para ello no solo se necesita de la tecnología, sino de expertos que ayuden a analizar toda esa información.
Ángel Salazar, experto en ciberseguridad agrega que el motivo de su trabajo es ayudar en los esfuerzos del Ministerio Público y la Policía Nacional Civil. “Sabemos que el MP tiene peritos informáticos, pero en la búsqueda de herramientas abiertas lo que se necesita es gente, que sumemos esfuerzos”, agrega.
Un bot que ayuda
Herber Orellana es un informático guatemalteco que creó el @botaparece. Un bot es un programa informático que efectúa tareas automáticas a través de una cadena de comandos.
Este bot está ayudando a divulgar información de personas desaparecidas a través de Twitter desde el 2020 ante el aumento de alertas que se activaron durante la pandemia.
“He visto una tendencia que a las personas que tienen a alguien cercano desaparecido son quienes más comparten las alertas y esto nos da una relación entre los usuarios y las personas desaparecidas y eso nos ayuda a hacer una trazabilidad entre sus seguidores. Aunque no sabemos los motivos de su desaparición, se puede usar esta información”, explica Orellana.
Este bot se activa utilizando las etiquetas #AlertaIsabelClaudina #AlertaAlbaKeneth #botApareceGT en la publicación de un tuit. Con filtros que se han ido implementando para evitar información falsa o con contenido pornográfico, Orellana espera que esta red sea una herramienta social más activa y que se convierta, también, en una plataforma que ayude a la localización de hombres adultos que no cuentan con una alerta específica como en el caso de los niños y las mujeres.
“Hay que entender que la comunidad hacker es muy diferente a la delincuencia, somos personas curiosas e interesadas por la información”, finaliza Martín.
