La jornada de Roy, de seis años de edad, comenzó este domingo a las 10 de la mañana y se extendió hasta las 17 horas, en intervalos de 15 minutos de trabajo y descanso.
Roy está entrenado para localizar cadáveres entre escombros de desastres naturales, terremotos o deslaves, sin embargo entre el grupo de canes mexicanos también vienen otros especializados en búsqueda de personas con vida y capaces de detectar personas con altos niveles de estrés.
Para que Roy no se altere durante las tareas de búsqueda, cada 15 minutos es rociado con agua por atomizador, un ejercicio que según explican los brigadistas mexicanos, lo mantiene fresco y relajado en el área del desastre.
La forma en que Roy avisa que encontró algo es la ansiedad que externa con ladridos, incluso defecando en el área que ha identificado.