Gonzalo de Villa aún se encuentra en Sololá y la toma de posesión será el 3 de septiembre en la ciudad de Guatemala.
“Como arzobispo lo que me toca es ser pastor de la Arquidiócesis con todas sus complejidades, por población y por la pandemia que tenemos encima y con las iglesias cerradas hace cuatro meses”, dijo el religioso.
Añadió que la Iglesia al igual que el país está en una situación muy excepcional.
“Me toca empezar en tiempos muy difíciles. Confiando en Dios pidiéndole que me ayude y que nos de su gracia para poder actuar y ser un buen pastor”, manifestó.
Agregó que las circunstancias por la pandemia han obligado al cierre de los templos y es prematuro hablar de cuándo serán reabiertos.
En su mensaje al pueblo católico, Gonzalo de Villa dijo que es de dar gracias a Dios porque ya hay arzobispo. “Voy a decir lo que suele decir el papa Francisco, que recen por mí, que le pidan al Señor para que me de ánimo y fuerza”.
Pidió al pueblo mantener el ánimo, pues Dios quiere dar gracia y fortaleza a los que están enfermos, a los que están en hospitales, a los que tienen pacientes positivos de covid-19 y a los que están en crisis económica. “Primero Dios saldremos adelante”, externó.
Indicó que algunas personas no se cuidan y eso hace que la pandemia se haya extendido en el país.
El religioso resaltó que su deseo es estar al servicio para contribuir a que Guatemala sea un país con mayor dignidad.
La toma de posesión sería con poca presencia de personas por las restricciones por la pandemia.
