A diferencia de los residentes nacionales, ellos no devengan un salario. Sostienen sus estudios en Guatemala con la ayuda de familiares o de ahorros. Sin embargo, desde que comenzó la pandemia no han recibido ese aporte, debido a que en sus países de origen la recesión económica también ha golpeado fuerte.
La mayoría previene de Honduras, pero también hay médicos de El Salvador, Nicaragua, Colombia, México y Belice.
El sueño de realizarse profesionalmente fue lo que los motivó a salir de sus países y venir a Guatemala a estudiar un postgrado en el Hospital Roosevelt, una institución de formación académica de renombre en la región en el campo de la Medicina según, José Fernando Morales, miembro del comité coordinador de la Asociación de Médicos Extranjeros de Postgrado del Hospital Roosevelt.
Desde que comenzó la pandemia se sumaron a atender a los pacientes, y pese a que no tienen ningún respaldo económico por su labor y a que se exponen al virus, y no tienen derecho al Seguro Social, no se han negado a trabajar hombro a hombro junto a los médicos guatemaltecos.
Aunque su vocación es servir, hoy se encuentran en un país ajeno, lejos de la familia y sin poder siquiera pagar los gastos de estudios y la estadía en Guatemala.
Sin recursos
De acuerdo con Morales, la mayoría de los residentes extranjeros debe tres meses de renta, algunos han recibido el apoyo de los arrendadores para ponerse al día cuando su situación mejore, pero no es el caso de todos.
Hasta ahora la alimentación la han recibido en el hospital, que también se hace cargo del transporte. Jefes de servicios y catedráticos también se han solidarizado con ellos y les han dado alguna ayuda económica, pero hay gastos personales, las cuotas en la universidad, pago de teléfono, que no han podido cubrir.
En un intento por recibir alguna ayuda económica por parte del hospital, se abocaron a las autoridades del centro asistencial, y en Recursos Humanos les solicitaron una serie de requisitos para completar en tres días y realizar los trámites de contratación en un renglón presupuestario 182, según oficio girado el 7 de mayo pasado por el Departamento de Reclutamiento, Selección y Dotación de Personal.
“Dentro de los requerimientos estaba el original de una residencia temporal, nos abocamos a migración y nos dieron una serie de requisitos a llenar, como antecedentes policiales y penales del país de origen de cada uno, pero en nuestros países esas dependencias gubernamentales estuvieron cerradas por el toque de queda absoluto”, dice Morales, originario de Honduras y que estudia el postgrado en Medicina Interna.
Los médicos residentes decidieron solicitar apoyo directamente en el Ministerio de Salud, pero solo recibieron un mensaje de texto por parte del viceministro de Hospitales, German Scheel, de que los iban a ayudar.
También se abocaron a algunos diputados en el Congreso de la República, donde se logró con el Decreto 22-2020 autorizar a las autoridades de Salud contratar a “médicos extranjeros que estén realizando su especialidad en hospitales nacionales, para apoyar la pandemia covid-19”, según menciona el artículo 2.
Se establece, además, que el ministerio deberá crear facilidades administrativas que permitan agilizar las contrataciones y pagos de este personal.
“Pensábamos que esperaban esta publicación (el decreto) para que la contratación fuera de manera más expedita, y sin la necesidad de todos esos requisitos”, dice el residente, sin embargo, no ha sido fácil.
Ahora darles el apoyo económico el Ministerio de Salud les pone como condición que deben, además de dar atención médica en el Roosevelt, turnar en los hospitales temporales y, cuando fuera habilitado, en el Hospital Militar, para atender a pacientes con el nuevo coronavirus. Nunca se les dijo el aporte económico que recibirían.
Morales indica que los médicos residentes actualmente hacen turnos de 24 horas cada tres días, lo cual resulta agotador, y pretender que laboren otras 24 horas en áreas de cuidado especial, pone en riesgo la atención a los pacientes y expone a los residentes a un contagio mayor ante el virus.
“Quieren que en nuestro día libre trabajemos en los hospitales temporales, salir de un turno de 24 horas y llegar a otro de 24 horas, el riesgo de enfermarse es mayor, porque uno necesita ese tiempo de descanso para poder recuperase del desgaste físico y emocional, además de que cometeríamos errores en el momento de sobrellevar las medidas de bioseguridad, cansados extenuados de dos jornadas, es humanamente imposible de sobrellevar”, señala el residente.
Se consultó al Ministerio de Salud con respecto al tema de los médicos residentes extranjeros y su departamento de Comunicación indicó que la cartera “no tiene una incidencia directa en ese proceso, porque el Hospital Roosevelt es una unidad ejecutora independiente”.
Jorge Luis Ranero, presidente el Colegio de Médicos y Cirujanos de Guatemala, desconoce esta situación, sin embargo, menciona que un turno extra en un área covid sería “prácticamente imposible” para los residentes, pues el trabajo que realizan diariamente es arduo y con jornadas extensas, y que además tienen una “carga académica importante” que no deben descuidar.
La propuesta sería que existiera un equilibro de trabajo, “a veces turnos covid y a veces turnos en el hospital, esto podría representar un beneficio para los dos bandos, para el Ministerio de Salud, que se asegura el trabajo de médicos con un grado académico alto, y también se apoya a los muchachos con el bono y solventar un poco las necesidades económicas que están pasando”, dice Ranero.
En primera línea
Los residentes extranjeros se encuentran dentro del grupo de médicos que están en primera línea de atención a los enfermos con covid-19. Mórales indica que en marzo pasado los médicos de medicina interna fueron los primeros que comenzaron a prestar sus servicios a estos pacientes, que en su mayoría llegan en estado grave o crítico, y requieren cuidados intensivos intermedios.
A finales de mayo y a principios de junio, conforme el cupo de infectados ha desbordado el hospital otras especialidades se han sumado a la batalla contra el virus.
Pero además de atender a paciente con covid-19, los médicos no han dejado de recibir a personas que llegan al hospital a las áreas de cirugía, ginecología, medicina física y rehabilitación, y para ser tratadas por padecimientos crónicos.
“Apoyamos brindando atención médica a la población, nunca hemos dicho que por no pagarnos no lo vamos a hacer, pero sí quisimos que se nos brindara algún tipo de ayuda, pero bajo las condiciones que pone el Ministerio es imposible. Sentimos que las autoridades se están aprovechando de nuestra necesidad económica”, dice el médico hondureño.