La Cuaresma es el tiempo litúrgico de conversión, que marca la iglesia para preparar a sus fieles para la fiesta de Pascua, en donde se celebra la resurrección de Cristo. Este periodo comienza el Miércoles de Ceniza y termina antes de la Misa de la Cena de Jesús del Jueves Santo. De acuerdo con la Agencia Católica de Informaciones (Aciprensa), en este tiempo, sobre todo en la liturgia del domingo, se hace el esfuerzo de recuperar el ritmo y estilo de verdaderos creyentes de Cristo.
La duración de la Cuaresma está basada en el símbolo del número cuarenta en la Biblia. En esta se habla de los cuarenta días del diluvio, de los cuarenta años de la marcha del pueblo judío por el desierto, de los cuarenta días de Moisés y de Elías en la montaña, de los cuarenta días que pasó Jesús en el desierto antes de comenzar su vida pública, de los 400 años que duró la estancia de los judíos en Egipto.
¿Qué significa el Miércoles de Ceniza?
El Miércoles de Ceniza se celebra seis semanas y media antes de la Pascua, sin contar los domingos. Este 2024, se llevará a cabo el 14 de febrero.
La Catedral de Sevilla, en su sitio web, explica que a partir del año 384 d.C. la Cuaresma tuvo un sentido penitencial para todos los cristianos y desde el siglo XI, la iglesia acostumbra a imponer las cenizas en forma de cruz sobre la frente.
“Las cenizas que se utilizan para el Miércoles de Ceniza se obtienen al quemar las palmas o los ramitos del Domingo de Ramos del año anterior. Son rociadas con agua bendita y luego aromatizadas con incienso. Esto, con el motivo de recordar que lo que significó gloria terrena, cuando Jesús entra a Jerusalén, pronto se convierte en polvo”, dice el sacerdote Manuel Abac.
¿Cuál es el significado de las cenizas en la frente?
La ceniza es un símbolo, representa el producto de la combustión de algo por el fuego. Adoptó un sentido simbólico de muerte, caducidad, humildad y penitencia. De acuerdo con el sacerdote Hugo Estrada, la ceniza le recuerda al cristiano su origen y su fin.
La función de las cenizas está descrita en un documento de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, en el artículo 125 del “Directorio sobre la piedad popular y la liturgia”. En este se describe que la ceniza era un símbolo en los antiguos ritos a los que los “pecadores convertidos” se sometían para la penitencia canónica.
Aciprensa describe que el gesto de cubrirse con ceniza tiene el sentido de reconocer la propia fragilidad y mortalidad, que necesita ser redimida por la misericordia de Dios. La Iglesia lo ha conservado como signo de la actitud del corazón penitente que cada bautizado está llamado a asumir en el itinerario cuaresmal.
La tradición de imponer la ceniza se remonta a la Iglesia primitiva. En aquel entonces las personas se colocaban la ceniza en la cabeza y se presentaban ante la comunidad con un hábito penitencial para recibir el Sacramento de la Reconciliación el Jueves Santo.
El acto de imposición de las cenizas tiene lugar en la Misa que se celebra ese día. Al término de la homilía, el sacerdote las coloca en la frente, haciendo la señal de la cruz mientras dice la frase “Acuérdate que eres polvo y en polvo te convertirás”, o “Conviértete y cree en el Evangelio”. Por ello, uno de los significados de las cenizas es el recordatorio del principio y fin de cada persona, asegura Estrada.