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“Nadie los acompaña”: el relato del sepulturero del cementerio La Verbena, donde han inhumado a más de mil víctimas del covid-19

Más de mil personas fallecidas por covid-19 han sido inhumadas en el cementerio La Verbena de la capital.

Área para fallecidos por covid-19 en el Cementerio La Verbena. (Foto Prensa Libre: Elmer Vargas)

Área para fallecidos por covid-19 en el Cementerio La Verbena. (Foto Prensa Libre: Elmer Vargas)

El último reporte del Ministerio de Salud de este jueves 15 de julio, da cuenta de que Guatemala contabiliza la muerte 9 mil 834 personas por el covid-19.

De esta cantidad de decesos, se tiene registrado que 1 mil 309 fallecidos han inhumados en el cementerio La Verbena, en la zona 7 de la capital.

Este lugar ha sido designado para el entierro de las víctimas de la pandemia y el procedimiento se hace siguiendo las indicaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

En un recorrido que efectuó Prensa Libre se pudo observar el área, algunas tumbas tienen un plancha de concreto, en otras, por medio de una cruz se identifica a los fallecidos.

Sin embargo, hay al menos 75 personas que han sido enterradas como “xx”, pues no han podido ser identificado por los familiares.

A la fecha, siguen vigentes los lineamientos para las inhumaciones, no solo de personas con covid-19, sino también por causas no identificadas, o problemas respiratorios.

“Nadie los acompaña -a los fallecidos-”, dijo don Juan Rivera, quien por 40 años ha sido sepulturero y narra que el entierro de un muerto por covid-19 es solitario.

Añadió que han aumentado las inhumaciones por covid-19.

A este sector del Cementerio La Verbena no puede acceder ningún familiar de las víctimas de la pandemia, únicamente están los sepultureros, quienes con traje especial, guantes, y con palas y azadones son los encargados de bajar los féretros de las carrozas funerarias.

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Los ataúdes son envueltos en nailon, y luego son depositados en la fosa por un grupo de seis personas, entre ellos está Rivera, quien a sus 69 años, afirma que pese a que lleva 40 años realizando este trabajo, los últimos dos han sido los más difíciles por la cantidad de fallecidos que son ingresados, pero sobre todo el dolor de las familias que no pueden entrar a dar el último adiós hasta el lugar donde son enterrados sus seres queridos.

El director de cementerios públicos de la capital, Mario Godínez, indicó que las inhumaciones en al área covid-19 las hacen en base a la certificación de defunción. También por alguna otra enfermedad respiratoria los entierran en el mismo sector.

Añadió que algunas semanas ingresan entre 1 y 2 fallecidos, aunque últimamente ha aumentado entre 12 a 14 decesos entierros semanales.

 

 

ESCRITO POR:

Óscar García

Periodista de Prensa Libre especializado en periodismo comunitario e historias humanas con 12 años de experiencia.