Adriana y Hati son parte de las 191 mil niñas de 10 años que viven en el país y cuyo futuro depende del apoyo que reciban de su familia, el acceso a la educación y la posibilidad de tomar decisiones propias. Su otra opción es acatar las normas sociales y culturales, a veces discriminatorias, según el Fondo de Población de las Naciones Unidas.
Justo en las niñas de 10 años se enfoca el Informe de Estado de Población Mundial 2016, que se hace público hoy y en el que se pone énfasis en la importancia de apoyar el desarrollo de las niñas de esa edad, pues eso se verá reflejado en el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
Niñas en desventaja
Según el Unfpa, en todo el mundo hay 125 millones de niños de 10 años —48%, unos 60 millones, son niñas—, y nueve de cada 10 de ellos reside en las regiones menos desarrolladas.
El informe detalla que de la población total de niños de 10 años el 58% vive en países donde los niveles de desigualdad por género son elevados.
Eso se refleja en que, por cada 10 niños que tienen acceso a escuela secundaria, salud y recreación y son beneficiados con red vial, comercio, ahorro económico y deportes, seis niñas —con más recursos económicos— solo tienen acceso a estudios secundarios y salud, mientras las cuatro restantes —niñas pobres— no tienen acceso a ninguno.
Los riesgos
El informe explica que a la edad de 10 años es posible que una niña atraviese ya la pubertad, por lo que en algunas partes del mundo las consideran aptas para matrimonio y la procreación.
Según el Unfpa, una de cada tres niñas que viven en países en desarrollo contrae matrimonio antes de cumplir 18 años.
El problema se refleja en la cantidad de madres adolescentes, pues según el análisis ese número es mayor en los países que tienen porcentaje de niños de 10 años más elevado.
“Por eso es tan importante que las niñas que llegan a la adolescencia entiendan su cuerpo”, indica el estudio.
El informe detalla que una de cada tres niñas experimentará violencia a lo largo de su vida, regularmente por parte de personas en quienes confía.
Además, es más probable que una niña de 10 años sea la encargada, en el futuro, de las tareas domésticas y no remuneradas de una casa, contrario a lo que le espera a su hermano.
Punto de partida
El informe explica que los 10 años, el período inicial de la adolescencia, se considera como un momento de transformación mental, física y social, y por ello se plantean dos caminos en el futuro.
El primero ofrece a la pequeña acceso a la educación, con lo que después tendrá oportunidades de trabajo y aumenta su poder de decisión sobre el matrimonio y la procreación.
En el segundo, esta pequeña no puede concluir sus estudios de primaria, por lo que su oferta laboral es mínima y probablemente se convierta en esposa y madre a temprana edad.
La diferencia entre ambas perspectivas radica en la inversión que hagan los gobiernos en la protección de las niñas.