Cabe resaltar que las movilizaciones, las cuales iniciaron el pasado lunes 2 de octubre, exigen la renuncia de las autoridades del Ministerio Público (MP). Además, de la destitución de Fredy Orellana, como juez del Juzgado Séptimo Pluripersonal de Primera Instancia Penal.
Entre las personas afectadas está el caso de los pacientes renales, que por su delicada condición de salud necesitan de cuidados especiales y de un tratamiento constante, el cual se ha visto afectado por los bloqueos.
Algunos de los pacientes renales afectados reciben tratamiento en la Fundación de Amor, ubicada en la zona 9 de la ciudad de Guatemala. Sin embargo, ante las manifestaciones, llegar a esa ubicación se convirtió en una travesía complicada para los enfermos, quienes tienen que efectuar esfuerzos económicos y físicos para asistir a sus terapias de hemodiálisis.
De acuerdo con algunos pacientes, el costo de la movilización de su casa a la Fundación incrementó al doble de lo normal, por lo que hace un llamado a los manifestantes para que liberen los bloqueos. También enfatizaron en que “dependen de una máquina para sobrevivir”.
Este incremento se debe a la ausencia del transporte público, por lo que los afectados se han visto en la necesidad de buscar medios alternativos para movilizarse, como taxis y mototaxis. No obstante, también estos medios de transporte son escasos, pues solo algunas unidades circulan en la ciudad.
Olevia Birul, paciente renal, relató que además del incremento en el precio de su movilización, enfrenta la problemática de pasar más tiempo en carretera. “Antes salía con una hora de anticipación de mi casa, hoy en día, tengo que salir tres horas antes de mi hogar para estar puntual a mi terapia” indicó.
Asimismo, se ha visto afectada por la insensibilidad de algunos manifestantes, quienes le han impedido el paso en los bloqueos, esto cuando Olevia se transporta en un vehículo. Ella resalta que en otras manifestaciones sí le han permitido su movilización, pero para lograrlo ha mostrado su carné de hemodiálisis.
Para Ana Cristina Ramírez, vicepresidente y fundadora de la Fundación de Amor, los bloqueos han dificultado la movilización de los pacientes desde el primer día del paro nacional. En algunos casos, los enfermos renales llevan más de 15 días de no recibir la atención médica que necesitan.
“Nos preocupan los pacientes que no han recibido su tratamiento, porque de este depende su vida; es peligro para ellos”, comentó Ana Cristina.
Ante esta dificultad que atraviesan los enfermos renales, la Fundación de Amor emitió un comunicado en sus redes sociales, en el que solicitan una “tregua para salvar vidas de pacientes renales”.