Según Jorge de León Duque, procurador de derechos humanos (PDH), derivado de varias denuncias recibidas por teléfono y redes sociales, se efectuó una supervisión durante 15 días, entre noviembre y diciembre pasado, unas veces estuvieron identificados y otras no.
“Nos llega de diferentes fuentes de que hay una mafia que opera en el aeropuerto y lo que busca es sacar dinero, y otro tipo de cosas menos graves, incluso recibimos una denuncia de que a unos niños les quitaron unos dragones (juguetes) porque dijeron que eran objetos peligrosos”, afirmó.
Sender Escobar, auxiliar de la PDH, confirmó que se pudo detectar que el denominado grupo C, de la Dirección General de Migración (DGM), a cargo de Miguel Antonio Cantoral Dávila, es el que más complicaciones pone a los viajeros, en especial de origen colombiano y cubano.
“Incluso se tiene documentado de tres personas que no los dejaron ingresar”, afirmó.
Agregó que Cantoral es quien les hace una segunda entrevista, y decide si el turista ingresa o no al país. “Se detectó que no tienen protocolos para determinar quién ingresa y quien no, sino que es a criterio de la persona. No hay requisitos para dejar ingresar”, aseveró.
Escobar relató que se documentó un caso de dos hermanas de origen cubano que venía a una conferencia, y Cantoral no las quería dejar ingresar, y para buscar su objetivo estaba llamando a la agencia de viajes y no al hotel. Agregó que ellos les hicieron ver a Cantoral que a la una de la mañana no le iban a responder y que llamara al hotel para corroborar la reservación.
“A este señor, Miguel Angel Cantoral, se le hizo varios llamados de atención por la forma como trataba a las personas, una forma prepotente, abusiva”, aseveró.
A los turistas que no dejan entrar, Escobar indicó que la Dirección General de Migración (DGM) no les da alimentación y que tampoco lo cubre la línea aérea.
“Observamos que él (Cantoral) maltrataba a los viajeros, e incluso se levantó un acta en el lugar de los abusos de él y de una señora (no especificó el nombre) que a pesar de que nos miraba con los chalecos seguía en esa postura”, afirmó.
Los auxiliares de la PDH también detectaron en la inspección de salida de las personas que van de Guatemala hacia otro país, las personas que verifican que ciertos objetos no pasen, a veces son prepotentes y les hablan con tono sarcástico cuando ellos se quejan.
Engaños a viajeros
La PDH acompañó a dos guatemaltecos residentes en Estados Unidos que fueron estafados en las afueras del aeropuerto, ya que le pagaron a unas personas que les ofrecieron servicio de bus hasta Huehuetenango, pero les dieron unas vueltas y los regresaron al aeropuerto para que fuera por un supuesto sello, y les dejaron allí.
Según Escobar, ya había recibido denuncias antes de esto y que los robos oscilan entre US$100 a US$500. El caso que asistió PDH se presentó la denuncia en el Ministerio Público (MP).
De León Duque refirió que estaba pendiente de analizar el informe completo, pero que si encontraban que los abusos son constitutivos de delitos, remitirían la denuncia al MP. Agregó que además se emitirá recomendaciones a la DGM para mejorar la atención a los viajeros, ya que además del daño que se le causa a las personas afecta la imagen del país.
Bajo investigación
La Fiscalía de Delitos Administrativos ya recibió hace algunos meses una denuncia contra Miguel Antonio Cantoral Dávila e Ingrid Janneth Casasola Catalán, encargados del grupo C del aeropuerto, pero no dio detalles porque se encuentra bajo investigación.
Ardani Sical, asesor de comunicación de la DGM, explicó que por los señalamientos de abusos a viajeros, en específico en el grupo C, incluso han sido citados al Congreso, pero la dirección ha estado anuente a colaborar a cualquier información.
Refirió que cuando un viajero entra y pasa al control migratorio se le revisa su pasaporte y la declaración jurada aduanera, pero si mientras el proceso la persona se pone nerviosa o titubea o se encuentra algún indicio de anomalías, se le hace una revisión secundaria en otro lugar.
“Estas revisiones están avaladas por el Grupo CA4, que integra El Salvador, Honduras, Nicaragua y Guatemala y estos procesos estandarizados. Esta la hace el jefe del grupo que está de turno”, aseveró.
Agregó que el encargado vuelve a hacer algunas preguntas, como por cuánto tiempo viene, dónde se hospedará, si tiene la solvencia económica.
“Se le pregunta si tiene dinero, y si el viajero trae, se le pide que lo muestre, pero no puede ingresar más de US$10 mil, pero en ningún momento el protocolo exige que sea coartado de este dinero, para eso hay cámaras”, aseveró.
Medidas
Comentó que desde mediados de diciembre pasado se instalaron cámaras y sonidos en el área de revisión secundaria. Añadió que revisan los manuales de procedimientos para verificar posibles deficiencias para mejorar, así mismo buscan instalar otras cámaras.
Recomendó a las personas que en caso sean objeto de algún abuso lo denuncie al MP para que lo investiguen.
Del área de comunicación de Aeronáutica Civil, se indicó que se sigue el procedimiento oficial Avsec (Aviation Security) en el cual los viajeros no pueden llevar varios objetos dentro de equipaje de mano. En caso que lo lleve se les da una boleta de reclamo para que lo puedan recuperar.
En cuanto a las estafas que se dan en la salida, se refirió que coordinarán con el Instituto Guatemalteco de Turismo (Inguat) para que se puedan hacer campañas que orienten a las personas y no se dejen engañar.