En opinión de Otto Rivera, secretario ejecutivo de la Coordinadora Institucional de Promoción por los Derechos de la Niñez (Ciprodeni), debido al comportamiento del virus en los últimos tres días, durante los cuales se han contabilizado, en promedio, 20 casos diarios de menores, en tres semanas se podría llegar a los mil.
Rivera señaló que estamos entrando a la cuarta semana de ocho que se prevén como las más difíciles en cuanto a contagios, dato que fue pronosticado, según indicó, por el epidemiólogo Edwin Asturias, quien presidirá la Comisión Presidencial de Atención a la Emergencia Covid-19.
Rivera explicó que el país está registrando un crecimiento semanal de casos equivalente al cien por ciento.
“De acuerdo con eso, hemos hecho un ejercicio de proyección matemática, un análisis estadístico del comportamiento de la pandemia, y a este ritmo, al final de estas ocho semanas, podría llegar, a en promedio, mil casos”, aseveró.
Preocupa situación
Rivera dijo que lo que más le preocupa a la Ciprodeni es que no hay áreas específicas en los hospitales temporales para atender a los niños, incluso recordó que se había licitado un evento para adquirir cunas, pero hasta la fecha no se ha adjudicado.
El Ministerio de Salud refutó lo expuesto por Rivera y aseguró que en los hospitales temporales del Parque de la Industria, Quetzaltenango y Villa Nueva cuentan con un área de pediatría.
“La mayoría de los casos de menores contagiados con covid-19 y que se encuentran en los hospitales temporales han sido reportados como casos leves o asintomáticos”, explicó ayer a Prensa Libre el Departamento de Comunicación de esa cartera.
Según la información, en cuanto a los menores la recomendación médica es que permanezcan con sus padres, para un mejor control y pronta recuperación.
Verónica Gómez, presidenta de la Asociación Pediátrica Guatemalteca, comentó que les preocupan dos situaciones: primero, que los niños menores de un año en otros países son los que han tenido sintomatología clínica y han tenido dificultad respiratoria; segundo, y que es algo que no ha sucedido en Guatemala, es el síndrome inflamatorio semejante a la enfermedad de Kawasaki.
Sin embargo, según la especialista, temen que en Guatemala el comportamiento de casos en menores sea similar a de otros países.
“Se tiene estimado que el contagio en menores de edad en el mundo es del 5 por ciento. No creo que sea de más en Guatemala, y tendríamos que ir junto con ese comportamiento”, explicó la profesional.
Según Rivera, el problema en el país es el hermetismo que maneja e l Ministerio de Salud en la información.
“Lo que nos ha costado trabajar es el rango de edad que maneja oficialmente el Gobierno, y el primer rango es de 0 a 20 años”, comentó.
“La información oficial cuantitativa lo que permite es tomar las mejores decisiones y políticas acertadas. Si no sé cuál es la población positiva no sabría qué hacer con ella”, dijo Rivera.
Según el Departamento de Comunicación Social del Ministerio de Salud, la mayoría de niños contagiados no solo reciben atención médica, sino también psicológica. Algunos cuentan con televisores o incluso espacios lúdicos y de entretenimiento, de acuerdo con su edad, para que logren asimilar mejor su estadía y recuperación.
En relación con los medicamentos, se les administra acetaminofén, antihistamínicos o antigripales.
Zulma Calderón, defensora de la Salud de la Procuraduría de los Derechos Humanos, indicó que hay un subregistro en cuanto a los menores reportados como positivos del virus, debido a que no se han hecho las pruebas necesarias para el diagnóstico.