Aunque el funcionario no se pronunció ayer, en ocasiones anteriores precisó que la totalidad de la obra podría estar concluida a finales de año o a más tardar a principios del 2019 si existiera algún inconveniente. Hasta el momento son cuatro kilómetros aproximadamente los que están pendientes de ser asfaltados.
La constructora trabaja en tres frentes: del kilómetro 48 al 51, del 52 al 55 y del 56 al 61—San Andrés Itzapa—, en este último era donde había problemas por los derechos de vía.
Carretera urge
Sectores económicos y de turismo consideran urgente la finalización del proyecto puesto que el paso por Chimaltenango representa atrasos de hasta tres horas cuando el tráfico es intenso, por lo cual repercute en los costos de operación de los negocios y en una baja del turismo en el occidente del país.
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Héctor Fajardo, integrante de la Federación Centroamericana de Transporte (Fecatrans) resaltó que la ruta Interamericana conecta toda la producción del altiplano con el resto del país y los productos se movilizan, incluso, para otros países por esa carretera.
“El problema con Chimaltenango es el excesivo tiempo que se requiere para atravesar la cabecera departamental. El libramiento es de suma importancia porque reduce tiempo y ahorraría costos”, explicó Fajardo.
Recordó que el occidente de Guatemala es una de las zonas más pobladas del país y que se caracteriza por la producción de hortalizas, frutos y comestibles perecederos por lo cual el tiempo que se pierde en Chimaltenango impacta en la economía.
José del Busto, presidente de la Cámara de Turismo (Camtur) de Quetzaltenango, expuso que ese departamento se ha visto impactado por el excesivo tiempo que representa cruzar un tramo de 15 kilómetros en la cabecera de Chimaltenango, debido a que ciertas empresas que tienen horarios máximos para esperar en carreteras por temas de seguridad, al tardarse mucho deben buscar hospedajes en áreas cercanas.
“Solo por pensar en Chimaltenango mucho del mercado de turismo ya no piensan en viajar hacia Quetzaltenango”, precisó del Busto. Otro de los problemas, subrayó el empresario, es que el turista que logra llegar hasta el altiplano acorta sus horas de estancia en el occidente por el tiempo que deberá pasar en el tráfico, con lo cual deja de visitar ciertos atractivos turísticos.
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La reducción del flujo de visitantes se ha agudizado desde los últimos dos años, puesto que incluir en los planes dos horas más de tráfico en la ruta Interamericana muchos turistas prefieren quedarse en Antigua Guatemala o llegar a Panajachel porque Quetzaltenango es un destino cada vez más lejos, refirió del Busto.
Caos
Los entrevistados coinciden en que la problemática se agudiza debido al caos que impera en el tramo que abarca desde el kilómetro 48, El Tejar, hasta el 62 en Chimaltenango, puesto que muchos automovilistas conducen en contra de la vía, o en el caso de los buses y microbuses se detienen a subir pasaje en cualquier punto de la carretera.
“También contribuye al desorden las ventas de vehículos en la orilla de la carretera, porque muchos se quieren apropiar de esos lugares y obstaculizan el paso”, afirmó Luis Texaj, jefe de la Policía Municipal de Tránsito de Chimaltenango.
La mala cultura vial, añade, los ha llevado a imponer una gran cantidad de multas que hasta el momento no han disuadido a los infractores.
Según Texaj, antes se distinguía el viernes por la tarde como el día en que se generaba más tráfico, pero ahora el problema es de toda la semana, y el viernes se ha convertido en “caótico”.
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Habilitarán primer tramo
Las autoridades del CIV dieron a conocer que el martes de la próxima semana se habilitará la primera parte del libramiento con lo cual se espera que la velocidad vehicular aumente de 15 a 40 kilómetros por hora.
El tramo que se inaugurará es el que conecta desde Parramos hasta El Tejar, por ahí transitarán los vehículos que se dirijan a la capital, mientras que el transporte pesado continuará circulando en la misma ruta, así como los vehículos livianos que necesiten pasar por el lugar.
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