El expediente de la obra es el PROUS-10-2022, solicitud de licencia de cambio de uso de suelo, sometida por Gratia Holding Group, S. A., para la construcción del Centro de Convenciones Las Llaves, que abarcará 7 mil 825.87 metros cuadrados e incluye “un templo, plaza de banderas, 143 parqueos, planta de tratamiento y un pozo”.
Del área, 782.58 metros cuadrados serán destinados para “área verde” y mil 173.88 para área comunal municipal. La licencia de cambio de uso de suelo de este proyecto tendrá un valor de Q586 mil 940.
El terreno, ubicado en el km 4 No. 1, a 500 metros de la entrada principal de San Juan del Obispo, fue adquirido hace unos tres o cuatro años por la institución evangélica Ministerios Gratia, para erigir un Centro de Crecimiento Integral, con el fin de impartir talleres y conferencias a jóvenes, según expuso su administrador, Joseph Batz, quien afirma que la comuna aún no ha autorizado la licencia de cambio de uso de suelo y construcción.
La polémica surgió cuando, a través de redes sociales, se indicó que la obra pertenecía a la iglesia Casa de Dios, pero esta desmintió la información en un comunicado, el lunes último, y lo mismo hizo el pastor Raúl Marroquín. Por su parte, la municipalidad de Antigua Guatemala indicó en un comunicado que no había recibido “ninguna solicitud de licencia de construcción de parte de Casa de Dios”, sin aclarar si existía alguna de otra iglesia.
Una colecta de firmas en change.org se viralizó en redes sociales, contra dicha construcción, promovida por Tz’ules Sunun, y sobrepasó en tres días las cinco mil que se solicitaban para presionar a las autoridades antigüeñas para “detener la licencia, nociva para el área de viviendas, por su magnitud y por la destrucción de áreas verdes”.
En ese llamado se aseveraba, erróneamente, que era un proyecto de Casa de Dios, y además se acompañó de una fotografía en la que se observa maquinaria abriendo brecha en un terreno, lo que desató numerosos comentarios pero no correspondía al proyecto de San Juan del Obispo. Ni siquiera era de Guatemala, pues era de la agencia AFP, sobre un oleoducto en Texas.
Prensa Libre acudió al área en la cual se pretende construir el centro de convenciones y desde la vía pública y áreas circunvecinas se tomaron fotos con ayuda de un dron. Si bien se observan marcas blancas en el suelo, no hay ninguna obra erigida.
En 2021, la iglesia Gratia publicó un video en redes sociales en el que se ponía “la primera piedra” del proyecto, pero nada más.
En desacuerdo
Líderes de aldeas del sur de Antigua desaprueban el proyecto. Ernesto Azurdia, presidente de la Asociación Nacional del Festival del Níspero y exalcalde auxiliar de San Juan del Obispo, indicó que la red de drenajes en el sector sur de la ciudad fue construida y diseñada para una cantidad determinada de años, la cual se cumplió hace 10, con lo que temen que aumente el caudal de aguas servidas a causa de este proyecto y ocasione un colapso total.
Azurdia agregó que, además del “impacto terrible” de tráfico, servicios básicos y drenaje que causaría la construcción, se debe tomar en cuenta el valor histórico de San Juan del Obispo, que aspira a convertirse en Pueblo Pintoresco.
El cinturón verde que rodea la Antigua Guatemala se vería afectado, afirmó, y también desaprueba que las autoridades locales han sido “muy cerradas en socializar la información con la población y hay mucho hermetismo”.
Azurdia refirió que no solo les preocupa Las Llaves, sino otros proyectos inmobiliarios en San Juan del Obispo, Santa Catarina Bobadilla y San Gaspar Vivar porque alteran el área agrícola. “No podemos evitar que vendan y compren, pero creemos que los proyectos deben cumplir con los requisitos que la ley establece. Las autoridades deben tomar en cuenta la opinión de los comunitarios”, indicó.
Héctor Robles, líder comunitario de San Pedro Las Huertas, afirmó: “ Desde el inicio de la gestión —del alcalde Víctor Hugo— del Pozo, él ha estado a favor de desarrolladoras inmobiliarias”.
Recordó que en el sur de la ciudad las carreteras fueron planificadas hace mucho tiempo, por lo que se complicaría el flujo vehicular con los automóviles adicionales que circularían por proyectos como el de Las Llaves. Afirmó que en Antigua Guatemala no hay ni una sola planta de tratamiento de aguas residuales.
“La red de drenajes en el sur fue construida para 12 mil habitantes, cuando solo en San Juan del Obispo hay 8 mil 500”, advirtió.
También expuso que el área donde se encuentra el terreno en cuestión es vulnerable, pues se han producido inundaciones que en décadas anteriores han dejado muertos y daños a las viviendas.
Detalló que, como miembro de los Consejos Municipales de Desarrollo Urbano y Rural (Comude), en agosto del 2021 solicitaron al alcalde que le comunicara al Concejo su petición de no aprobar ninguna licencia de construcción sin antes haber definido el Plan de Ordenamiento Territorial (POT), consensuado con la comunidad.
Como resultado, aseguró, fue expulsado del Comude, al no ser convocado para integrarlo este año, acción que califica de “prepotente y abusiva”.
“Cuando no hay un POT, la calidad de vida del antigüeño, sampedrano o sanjuanero se ve afectada por decisiones como esta”, señaló.
Carlos García, vicepresidente de la Coordinadora General de la Antigua Guatemala y miembro de Aldeas del Sur, refirió que en el terreno hay un zanjón por el que pasa el río que llega desde el Volcán de Agua y que se torna caudaloso en época de tormentas, por lo que es de alto riesgo.
“No estamos en contra de los proyectos, pero hay que hacerlos bien planificados y con vías alternas, porque los cambios drásticos los van a sufrir nuestras comunidades”, indicó García, quien opina que al ser Antigua Guatemala una ciudad patrimonial, no debe crecer de manera desordenada, lo cual puede crear impacto en su riqueza cultural y natural, al alterar su traza.
Lea también: Videos: inundaciones y crecida de ríos afectan a varias localidades del país
Posturas
Sobre la oposición de los vecinos al proyecto, Batz comentó que es “gente malintencionada, que ni siquiera es de San Juan del Obispo y que ha creado sensacionalismo alrededor del proyecto”. Negó que se trate de una megaobra y añadió que no ha recibido ninguna queja de los pobladores.
Batz explicó que la municipalidad local le ha dado seguimiento de cerca para prever cualquier impacto negativo que se pueda causar a la comunidad. Además negó que se hayan talado árboles, pues sus “diseñadores han apoyado para que el diseño sea acorde con el área abierta que existe en el terreno, para que el lugar le añada valor y que no irrumpa con el paisaje, y que se integre”. Dijo que se financian con donaciones de iglesias de todo el país y que aún no tiene el dato del costo total del proyecto.
El arquitecto José María Magaña, especializado en Conservación de Monumentos y Centros Históricos y exconservador de Antigua Guatemala, explicó que, sin importar el carácter del proyecto, este causará caos vehicular y “no hay carreteras de acceso y evacuación de este flujo”. Denunció que existen otros proyectos como condominios de 200 y 300 casas que ocasionarán también ese problema.
El historiador y doctor en Sociología Aníbal Chajón considera que en Antigua Guatemala se debe priorizar el patrimonio cultural y natural. “Los inversionistas no viven ahí, y una vez que se transforme el terreno será para siempre. Debe privar el interés de los pobladores. Hay que actuar de una forma más consensuada y responsable.
“Respeto la propiedad privada, pero, ¿qué pasa con la propiedad privada de las personas que ahí viven ya?”, cuestionó.
“El encanto de Antigua Guatemala es su belleza y tranquilidad, que se ha conservado desde el siglo XVIII y que puede desaparecer en cinco o 10 años con megaestructuras como esta, para las cuales hay espacios más adecuados; por ejemplo, a inmediaciones de Chimaltenango”, expresó.
El ingeniero Julio Armas, quien participó en la elaboración del POT entre el 2014 y 2016, refirió que todo proyecto debe ser bien planificado y de forma ordenada, para evitar problemas en el futuro que serán muy difíciles de corregir.
Por ejemplo, las poblaciones de esas aldeas están preocupadas porque financiaron con sus recursos la instalación de sus drenajes, y preocupa que nuevas urbanizaciones se conecten a esas tuberías sin costo. “Hay que insistir y presionar a las autoridades para que tomen conciencia en la importancia del POT”, recalcó.
Señaló que el 75% del territorio de Antigua Guatemala pertenece a pocas familias, y que las fincas alrededor de la ciudad son territorios extensos que se utilizaban como fincas cafetaleras, pero como los herederos de estas propiedades perdieron interés en la producción agrícola, les resulta más cómodo lotificar y vender, sin tomar en cuenta la historia o el patrimonio.
“Hay que recordar que el cinturón verde es fundamental para reponer el manto freático de agua de lluvia”, dijo. “Entre más áreas urbanizadas, menos probabilidades hay de que el agua se infiltre en el manto. El POT define que no se puede usar áreas del cinturón verde”, añadió.
Desconocen POT
En el 2017 se contrató a la empresa española IDOM para hacer un trabajo de consultoría a fin de proponer el POT de Antigua Guatemala. El estudio duró casi dos años e involucraba a todos los sectores de la ciudad, pero no fue aceptado ni aprobado por la anterior administración municipal, pese a que esta promovió su formulación.
En la actualidad, la municipalidad se rige por un Plan Maestro, que data del 2008. Magaña refirió que Del Pozo no ha querido conocer el POT, pues no cumple con sus intereses, lo cual ha causado molestia entre vecinos que se oponen a que la comuna apruebe proyectos en tanto no exista dicho plan. Magaña recuerda que cada municipio está obligado a tener su POT, según el Código Municipal, y “no es un capricho”.
“Para Del Pozo es mucho más cómodo no respaldarse en un POT, pues tiene muchas restricciones que atan su accionar de muchos proyectos que le convienen por intereses”, señaló Armas.
Al respecto, el Ayuntamiento de Antigua expuso a Prensa Libre que sí se ha trabajado en la propuesta técnica del nuevo POT y que aún no hay fecha de aprobación, aunque el alcalde “es la primera persona interesada en hacerlo, pero quiere involucrar a todos los sectores”.
Lea también: El momento en que (de nuevo) empezaron a subir los casos de covid-19 en Guatemala
Opinión de la Comuna
Hugo Castillo, coordinador del Departamento de Divulgación de la Municipalidad de Antigua Guatemala, confirmó que la licencia del centro Las Llaves no se ha autorizado. Debido a que Del Pozo está de viaje, Castillo indicó que el jefe edil en funciones, Diego Arriola, declaró al respecto que cualquier proyecto “debe cumplir con todas las normativas municipales y estatales”. Esta postura también fue expuesta en un comunicado de la comuna que se dio a conocer el miércoles recién pasado.
En este se califica de falsa la petición de change.org. Al preguntarle a Castillo su opinión sobre los motivos por los cuales los vecinos se oponen a la construcción, aseveró que esas personas “son de un partido político que apoya a cierto candidato” y que “manipulan la información”.
Permiso denegado
Norman Muñoz, quien ocupó el cargo de conservador de Antigua Guatemala durante 10 años, indicó que conocieron un expediente del terreno en cuestión en el 2019, en el cual se contemplaba la construcción de una iglesia y área para impartir clase dominical a niños y adultos.
Luego de inspeccionar y evaluar, el Consejo Nacional para la Protección de Antigua Guatemala no dio respuesta favorable al proyecto y se notificó en su momento. Los motivos principales fueron su ubicación, porque se encuentra en la ruta del corredor patrimonial, que la ley establece como área de protección, así como el impacto en el flujo vehicular que se generaría cuando se celebrara un servicio religioso.
Confirmó que el zanjón que corre a lo largo del terreno y que limita la propiedad ha provocado inundaciones en el sector, por lo que es área vulnerable.
Dijo que también les preocupó el hecho de que esta construcción diera lugar a que surgieran nuevos desarrollos inmobiliarios en el sector, que afectarían el paisaje.
En relación con los movimientos de tierra que según líderes comunitarios se están efectuando en el lugar, Castillo indicó que “no tienen reportes al respecto y que, al no tener licencia, no tienen autorizado construir nada”; sin embargo, no indicó cuándo se sometería a aprobación el permiso para cambio de uso de suelo del lugar.
En fotografías aéreas captadas por Prensa Libre se observan áreas donde no hay árboles y que se han hecho trazos en el suelo de las estructuras que se pretenden construir, señaladas también con estacas. Batz indicó que no ha habido ningún movimiento de tierra y que hace algunos días recibieron la visita de personal municipal en atención a esas quejas y comprobaron que no es así.
Se le solicitó a Batz una visita al lugar para tomar fotografías, a lo cual accedió, pero unas horas antes de la llegada de Prensa Libre canceló la cita sin explicar el motivo.
En enero del 2021, en la página de Facebook de Ministerios Gratia se compartió un video en el que se observa al director José Carrera colocando la primera piedra del Centro de Convenciones Las Llaves.
Al respecto, Batz aseveró que se hizo esa actividad de manera simbólica, para “animar” a los jóvenes miembros, pues llevan varios años esperando la aprobación de la licencia, la cual se pospuso, por la pandemia.
Dos vecinas de San Juan del Obispo entrevistadas coincidieron en que ese terreno era parte de una finca cafetalera en la que también había gran cantidad de árboles de cedro y pino, donde laboraban habitantes que se quedaron sin trabajo cuando se vendió la propiedad.