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Reapertura de consultas externas: “Toma tiempo llegar a acuerdos y a veces se avanza y se retrocede”
Ministro de Salud, Joaquín Barnoya señala que el problema de seguridad en los hospitales ya es de conocimiento del presidente Bernardo Arévalo.
Desde hace 18 días las consultas externas del Hospital Roosevelt funcionan de manera irregular por los problemas de inseguridad en el interior y perímetro del edificio. (Foto Prensa Libre: Ana Lucía Ola)
Este miércoles se cumplen 18 días desde que las consultas externas del Hospital Roosevelt suspendieron el servicio a la población como medida de presión para que se refuerce la seguridad en el interior y periferia del edificio, pues se han recibido varias amenazas contra personal médico y de enfermería, y advertencias de explosivos.
Se han instalado mesas de diálogo sin que haya mayor avance, ya que los médicos residentes que abanderan la causa han presentado a las autoridades del Ejecutivo una serie de peticiones que falta atender, entre ellas, la permanencia de los elementos de seguridad en el área. Mientras tanto, los pacientes siguen sin recibir atención a distintas enfermedades, y en ese tiempo se han reprogramado más de 13 mil citas, y algunas fechas llegan hasta el 2025.
A las demandas de seguridad dentro de los hospitales se suma el General San Juan de Dios y el Hospital Nacional de Escuintla, como lo indicó el Colegio de Médicos y Cirujanos de Guatemala en una conferencia de prensa el lunes pasado.
El ministro de Salud, Joaquín Barnoya, en entrevista con Prensa Libre señala que la cartera que dirige está para proveer los servicios de salud a la población, y que es el Ministerio de Gobernación el encargado de atender el asunto de seguridad, por lo que hay coordinación entre ambas instituciones para dar solución al problema, pero también con el Sistema Penitenciario y el Organismo Judicial, por el traslado de privados de libertad a los hospitales nacionales.
¿Cuán grave es la situación de inseguridad en el Hospital Roosevelt y en los demás centros asistenciales?
El problema de inseguridad no es exclusivo de los hospitales, es general y viene de años. Mi papá pasó por allí ―por el hospital―, mi hermana pasó por allí, yo pasé por allí, le robaban a uno de todo… hasta el carro, es un tema de seguridad dentro del hospital. En el Ministerio de Salud estamos para proveer servicios de salud, eso que quede claro. No sé de seguridad, para eso está el Ministerio de Gobernación.
¿Desde el Ministerio de Salud cómo se aborda el tema?
Se está abordando de una manera integral. Desde que pasó el primer evento ―amenaza de bomba―en el Hospital Roosevelt estoy en contacto con el director del hospital y con los directores de la Policía Nacional Civil, con los inspectores, para que haya siempre seguridad.
Los hospitales tienen unidades de resguardo, ni siquiera son unidades de seguridad. A ellos se les va a dar capacitación por parte del Ministerio de Gobernación, pero también hay que ver qué tipo de personal se tiene y qué tan capacitado está y qué medios ―equipo― tienen.
Con el Roosevelt ya se hizo la cotización para comprar detectores de metal y arcos para que cuando uno entre alerte si lleva algún arma. Por otro lado, es complicado porque son hospitales muy grandes, donde entra y sale mucha gente, y hay que identificar a esas personas. Eso lo estoy hablando hacia adentro del hospital, donde nosotros podemos trabajar y pedir ayuda de Gobernación, pero afuera del hospital está fuera de mi control.
¿Qué medidas se plantean?
Estamos trabajando con la viceministra de Hospitales y un equipo de asesores del despacho de cómo se puede arreglar esto hacia adentro, desde ponerle gafete a los estudiantes y a los residentes, pero también que los usen, pues allí entra y sale cualquiera con una bata; después hay que hablar de seguridad.
Todo esto lo disparó los privados de libertad, ese es problema del Organismo Judicial que nos manda a los pacientes, a los privados de libertad, con la orden de que los atendamos. Hay que trabajar en mejorar las clínicas de atención del Sistema Penitenciario, que se abandonaron.
Los 10 principales diagnósticos de los privados de libertad son de atención primaria, no necesitan venir a un hospital, entonces, ¿por qué el juez los manda al hospital? Ahí no puedo interferir.
En el Roosevelt se han reprogramado alrededor 15 mil citas durante las tres semanas que llevan suspendidas las consultas externas, ¿cómo resolver ese problema y a qué acuerdos han llegado en las mesas de negociación?
Como ministro y mi equipo hemos estado en constante comunicación con el director del Roosevelt, casi a diario, pero esto tiene que llegar a Gobernación y a la Cámara Penal, y ahí tenemos que darles una hoja de ruta y trabajar con el Sistema Penitenciario para que esto no siga sucediendo.
¿Qué peticiones son las que han hecho los médicos para reanudar las consultas externas en el Hospital Roosevelt?
Quieren seguridad, y que por lo menos se organice y se ordene la atención de los privados de libertad. Los médicos han sido muy humanos al decir que no estamos en contra de los pacientes, lo que queremos es que sea programado. No puede ser que lleguen a las 11 de la noche por un dolor de espalda.
¿El tema de seguridad en los hospitales ya se abordó a nivel de Gabinete?
Ya lo hablé con el presidente ― Bernardo Arévalo― y con el ministro de Gobernación ― Francisco Jiménez ― y estamos trabajando, lo que pasa es que son mesas en las que toma tiempo llegar a acuerdos y a veces se avanza y se retrocede, pero sí hay comunicación estrecha con el Ministerio de Gobernación y con los hospitales.
¿Cuál es la salida para no afectar a la población que necesita atención médica y llega a las consultas externas?
Va a llevar tiempo, lo primordial es organizar y trabajar con la Cámara Penal para que esto deje de suceder y también que se priorice qué enfermedades ameritan verse allí ―en los hospitales―, eso desde el punto de vista de Salud Pública; ahora, desde el lado de Gobernación, mejorar el Sistema Penitenciario y las clínicas médicas para que no tengan que salir de allí.
¿En esta mejora de las clínicas del Sistema Penitenciario participaría el Ministerio de Salud?
Nosotros estamos colaborando para ver la calidad de las clínicas.
¿Se había planteado la creación de un hospital para atender específicamente a los privados de libertad?
Sí, pero sería a largo plazo, y tal vez no hay necesidad de un hospital, probablemente se resolvería con estas clínicas, porque la mayor parte de lo que buscan es atención primaria.
Plan en proceso
El ministro de Salud, Joaquín Barnoya, esperaría que la reanudación del servicio en las consultas externas del Hospital Roosevelt se haga en una semana, y que se trabaja en un cronograma para clasificar y decidir qué privados de libertad deben ser atendidos en un hospital de tercer nivel y quienes en clínicas del Sistema Penitenciario.
Agrega que por parte del Ministerio de Gobernación es difícil proveer seguridad a los hospitales las 24 horas, pues tiene limitados elementos, por lo que se realiza un plan para establecer en qué lugares y a horas tiene que estar el personal, lo que también incluye al personal de resguardo de los centros asistenciales, en este caso, se trabajará con consultores para establecer qué recursos necesitan para trabajar.
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