El hospital se especializa en atender a pacientes con tuberculosis.
Sede
Durante una visita al lugar, se observó a dos guardianes, quienes permanecen en la entrada principal del hospital, ubicado en la 11 avenida A 12-30, colonia La Verbena, zona 7.
Esos guardias no poseen armas ni chalecos blindados.
“Los muros del centro no son altos y tampoco tienen cerco eléctrico para evitar las fugas”, afirmó Roberto Galiz, del sindicato de ese hospital, quien rechaza que se use la sede para atender a privados de libertad.
“Nosotros no estamos en contra de que los reos sean atendidos, porque sabemos que es un derecho humano, pero creemos que es un riesgo que sea haga en este lugar. No hay personal de seguridad. Los contratos en el 2015 no fueron renovados”, aseguró Galiz.
El personal tiene miedo. Algunos reos que han sido atendidos los amenazan.
Marlen Ruano, también del mencionado sindicato, argumentó que las instalaciones no son adecuadas porque se hallan cerca de dos guarderías, un centro de Salud, varias iglesias y el cementerio.
“Hay que tomar en cuenta que cerca del nosocomio hay unas 12 colonias”, refirió.
Ruano afirmó que pacientes, trabajadores y, en especial, los niños están en peligro.
En opinión de otros integrantes del sindicato, la angustia se debe a las amenazas y acoso que podrían sufrir por parte de presos que acudan a esas clínicas.
También comentaron que en la actualidad algunos reos que han llegado a recibir tratamiento por tuberculosis han amenazado al personal de enfermería porque exigen que se les atienda con privilegios.
Prensa Libre hizo un recorrido por calles y avenidas aledañas al hospital San Vicente y constató que allí se encuentra una guardería de Fundaespro, que atiende de lunes a viernes hasta a 30 niños de 1 a 6 años, y los fines de semana hasta 150.
No es un grupo el que se opone a la atención de los reos, es toda la comunidad.
Además, funciona un centro de Salud que atiende, en su mayoría, a niños y mujeres embarazas.
Miguel Ángel Blanco, director de docencia de la Facultad de Medicina de la Universidad de San Carlos, que supervisa a los estudiantes en ese centro de Salud, manifestó su desacuerdo con la medida.
“No apoyamos la propuesta de instalar una unidad exclusiva para los presos. El área no es la adecuada. Creemos que es un riesgo para estudiantes, pacientes y niños. El martes es el día en que se atiende a la mayoría de niños y mujeres embarazadas, porque es el día de vacunación”, añadió.
También hizo referencia a las dos guarderías, iglesias y el estacionamiento de buses de la ruta 32.
Según los sindicalistas, el área para atender a los reos abarcaría una parte del pabellón de encamamiento de mujeres, el archivo, la morgue, los vestidores del personal de enfermería y el salón de capacitación, que se habilitó de manera reciente.
“Se habla que para lograr el proyecto van a unir los pabellones de hombres y mujeres”, agregaron.
Se marcó reiteradas veces el número del ministro de Salud, Carlos Soto, para confirmar si el hospital San Vicente era una de las opciones para habilitar la referida unidad exclusiva, pero su celular sonaba apagado.
Se consultó al Departamento de Comunicación de esa dependencia y manifestaron que el ministro estaba en reunión.