Expertos afirman que los efectos perjudiciales de los atascos recaen en la población guatemalteca en términos de deterioro de su calidad de vida.
Los daños van desde contaminación acústica y atmosférica hasta impactos en la salud mental.
Antonio Rivera, psicólogo clínico, especialista en salud mental y emocional, indica que los primeros síntomas que sufre una persona en el tránsito son frustración y enojo, ya que desean llegar al destino lo antes posible, y al no cumplirlo se frustran, y eso los lleva a la ira.
De esa cuenta, dice, se provocan percances, los usuarios bocinan, se enojan y se agreden.
Según el experto, los primeros síntomas de estrés al estar en el tránsito se ocasionan con tan solo 10 minutos de permanecer en este; además, los costos económicos se elevan porque tienen que recurrir a gastos médicos.
Rivera refiere que los síntomas emocionales del estrés más frecuentes son irritabilidad, miedo, nerviosismo, confusión y fluctuaciones del estado de ánimo, entre otros.
Se incrementan conductas de trato brusco hacia los demás, así como tensión muscular, manos frías o sudorosas, dolores de cabeza, fatiga, problemas de espalda y cuello.
Contaminación
Abelardo Pérez Zamora, ingeniero ambiental, indica que los vehículos al usar combustibles fósiles —gasolina y diésel— emiten dos categorías de contaminantes: la de gas de efecto invernadero y contaminantes, los cuales son perjudiciales para la salud en cantidades muy concentradas.
Asimismo, manifiesta que en las horas pico la velocidad de los vehículos es de unos cuatro kilómetros por hora en las arterias de mayor concentración vehicular, y en las más despejadas la velocidad está entre 30 y 40 kilómetros por hora.
Pérez Zamora subraya que un vehículo que circula a baja velocidad tiene un alto consumo de combustible y el mayor funcionamiento del motor del carro conlleva más desgaste por calentamiento y más consumo de combustible.
Esa situación vehicular genera gran cantidad de emisión de gases cuando se conduce a velocidades bajas, ya que constantemente se acelera y desacelera, y esto provoca que se acumulen más gases tóxicos.