Dos expertos en gestión pública y salud critican estas medidas porque las consideran tardías y que afectan el desarrollo de la economía, más allá de la eficacia que puedan tener para la contención del virus. También opinan que hay escasa información sobre la llegada al país de las vacunas Sputnik y las restantes que fueron adquiridas por medio del mecanismo Covax.
El epidemiólogo José Ortiz, director del Observatorio de covid-19, considera que las disposiciones no son las mejores porque el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social no las puede monitorear y no se tiene ninguna evidencia científica de que pueden disminuir el número de casos. Advirtió también de que las medidas que se tomen repercutirán aún más en la economía y que el gobierno es el responsable de esa toma de decisiones.
“Creo que las medidas que se tomaron solo van a afectar la economía, y los sectores más impactados serán los mercados, supermercados y restaurantes. Esto será el efecto de medidas que no tienen ningún sustento científico y que no pueden evidenciar si en realidad los casos que se presentan podrían ser —provenir— de esos lugares. Estamos de acuerdo en que el aforo no se ha controlado; ya es hora de que se controle, mas no se restringa la actividad económica”, señaló.
El epidemiólogo dijo que hay ambigüedad en el porcentaje de camas que existen en los hospitales para atender a pacientes de covid-19 porque fueron reducidas, pese a que se evidencia un aumento de casos.
También criticó la compra de vacunas a Rusia porque este país tiene su propia demanda, lo que le complica atender a Guatemala.
“La compra de la vacuna contra el covid, la Sputnik, se hizo, pero los rusos no pueden ni siquiera responder a su demanda interna, mucho menos a la demanda de vacunas de Guatemala. En ningún país del mundo se pagan por adelantado las vacunas, y la Contraloría lo prohíbe. Se puede legislar desde el Congreso, pero eventualmente es indebido y perjudica el patrimonio del Estado, porque a lo mejor no entrarán todas y nos dejarán de último”, advirtió.
Enfoque integral
Karin Slowing, analista en desarrollo y gestión pública, señaló que estas medidas debieron aplicarse antes de la escalada de casos, y no cuando están en proceso, pero opina que para contener la propagación debe existir un enfoque integral y no arbitrario.
“Las medidas de contención sirven si son estratégicamente utilizadas, porque de lo contrario causan efectos o daños en la economía de las personas, dificultades para movilizarse. Deben usarse adecuadamente; no lo vemos acá. ¿Por qué no lo hicieron antes de Semana Santa?”, cuestionó.
Agregó que las medidas arbitrarias perjudican a unos y a otros no. También considera que las autoridades están gestionando mal la pandemia, pues se debieron preparar para las olas de contagio.
La analista explicó que el impacto de estas decisiones depende de cuánto tiempo estén vigentes y que podrían durar el tiempo que el presidente Alejandro Giammattei esté fuera del país para participar en la Cumbre Iberoamericana.
“Para mí lo más preocupante es que le quita seriedad al manejo, y cuando se necesita usar este tipo de medidas ya están desacreditadas entre la gente. No solo de por sí es duro, le quitan legitimidad y la gente reacciona mal. Entonces se va perdiendo el interés en cuidarse frente a la epidemia”, resaltó.
Slowing criticó también que exista escasa información sobre el ingreso al país de las vacunas que fueron adquiridas a Rusia y por medio del mecanismo de Covax.
“Con los rusos el problema es que no sabemos si el problema es de los rusos o del Ministerio, porque todo está oculto en los acuerdos de confidencialidad (…) No sabemos nada. Es un mínimo de información. No sabemos si tienen o no un plan B o si vamos a esperar hasta que los rusos puedan distribuir”, expresó, preocupada.
El plan de vacunación en el país avanza lentamente. Hasta ahora han ingresado pocas dosis de las que fueron compradas por medio de Covax y por donaciones –cinco mil que dio Israel y 200 mil de India—. Las que ingresaron porque se adquirieron fueron 81 mil 600.
Además, el Gobierno informó que Guatemala adquirió 16 millones de la vacuna Sputnik V, con la cual espera inmunizar a ocho millones de personas, pero aún no se sabe cuándo vendrán al país.