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Esta es una medida que viene a sumarse a la implementación de la Red Metropolitana de Servicios de Salud que comenzó a funcionar de manera definitiva en marzo en el Sistema de Salud Pública, con la intención de que la consultas externas y salas de urgencias de los hospitales de referencia del país no se abarroten.
En el Hospital Roosevelt la semana pasada se habilitaron tres Clínicas de Atención Inmediata (CAI), donde los pacientes son evaluados por médicos internistas. Ellos determinan si la persona requiere de un tratamiento ambulatorio o de un chequeo más especializado para ingresar a la Emergencia de adultos.
Uno de los médicos que atiende en los CAI indicó que muchos de los guatemaltecos que acuden a la emergencia son por casos de enfermedad común. De los 400 enfermos que diariamente llegan, solo el 20 por ciento son casos que requieren atención urgente.
Marco Antonio Barrientos, director del nosocomio, indicó que la medida también busca que la espera de las personas por atención sea menor, pues en promedio debían aguardar unas cuatro horas en medio del caos que se vivía en lugar por la saturación de gente.
Marta Recinos, de 77 años, llegó el jueves desde Villalobos a la Emergencia de Adultos del Hospital Roosevelt. Llevaba varios días con comenzón en los brazos. Pasó a las clínicas, el médico internista la evalúo y determinó que era una alergia y no requería atención mayor, le dio medicamento y la refirió al centro de salud cercano a su casa.
Alrededor de 300 casos que suelen llegar a la emergencia pueden ser tratados en las CAI, y estos eran los que saturaban el área pues no había quién los clasificara de manera certera, refirió el médico internista.
“Todo paciente que viene a la emergencia del Roosevelt entra a estas clínicas que atienden las 24 horas con médicos especialistas, y deciden si le pueden dar tratamiento y referirlo al centro de salud más cercano, enviarlo a la consulta externa para que le den seguimiento, o lo ingresan a la emergencia”, dijo Barrientos.
Solo emergencias
La emergencia de adultos del Hospital Roosevelt tiene capacidad para recibir a 65 personas, en las áreas de Medicina, Cirugía, Traumatología y Neurocirugía. La zona de shock tiene espacio para cinco. En febrero pasado el área sobrepasó su capacidad a más del 100 por ciento, y caminar por los pasillos se complicaba, no solo por la cantidad de pacientes, también por los familiares de los enfermos que ingresaban al lugar.
Ahora, los acompañantes deberán esperar en un área que se habilitó en el exterior de la emergencia, y allí personal de Trabajo Social les dará información de la evolución de sus pacientes.
Barrientos indicó que en los próximos días se habilitará una línea directa de atención al usuario, será un número de cuatro dígitos.
Los pacientes que son víctimas de accidentes de tránsito o de ataques armados ingresan directamente a la Emergencia sin pasar por las CAI.
Clasifican pacientes
La emergencia de adultos es una de las áreas más concurridas del Hospital San Juan de Dios. De acuerdo con el médico Jorge Flores, el desconocimiento de las personas para determinar cuándo su caso es una emergencia es una de las razones por las que el servicio llega a saturarse. Además, “el problema que tenemos en Guatemala es la cantidad de gente que requieren atención médica y no puede optar por un servicio privado”, dijo.
Cuando se atendían un promedio de 130 pacientes diarios, y en días altos hasta 150, con las Clínicas de clasificación 1 que se inauguraron en noviembre pasado el número de personas que llega e ingresa a la emergencia es menor. Son alrededor de 25 personas. La afluencia de estos pacientes se redujo un 80 por ciento, lo que permite la atención inmediata de los casos graves, como los que son trasladados en ambulancia que entran directamente al área.
Son cuatro profesionales en Medicina general los que atiende a los enfermos -se auxilian de dos enfermeras-, y después de una revisión y entrevista con la persona determinan si tiene una enfermedad común, o se trata de una urgencia o de una emergencia.
Flores refiere que el 60 por ciento de los casos que recibe corresponden a enfermedad común, como gripes, gastritis, episodios diarreicos, indigestión alimenticia, dolor de cabeza, entre otros. Estos son tratados en la clínica, con un tiempo de espera de 15 minutos.
Las urgencias son heridas, elevación de presión, deshidratación, o casos que merecen una atención mayor, estos pasan con un especialista, dijo el facultativo.
Cuando la persona llega con una herida de arma blanca o de fuego, con traumatismo, politraumatismo o complicaciones de enfermedades crónicas, se trata de una emergencia e ingresan cuanto antes para ser tratada en el área de Traumatología, Medicina interna o Cirugía.
“Todo el que llegaba con enfermedad común pasaba más horas de lo que correspondía esperando por ser atendidos, porque no se le podía dar prioridad a una enfermedad común cuando hay alguien en emergencia que corre riesgo su vida. Esto provocaba estrés en el paciente y en el médico”, señaló Flores.
La Emergencia de Adultos del Hospital San Juan de Dios es de 50 pacientes, hay nueve camas para observación, 20 bancas para inhaloterapia y cuatro cuartos de shock.
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