Ambas nacieron en el departamento de Quiché el 11 de febrero de 2013, unidas por la pelvis, por lo que compartían vejiga, cadera e intestino grueso.
Más de 60 especialistas participaron en 2015 en una compleja operación para separarlas que se prolongó durante más de 15 horas.
Tras permanecer más de tres años en el centro hospitalario, hoy por fin han sido dadas de alta.
El caso más conocido de siameses guatemaltecos unidos es el de “las Mariítas”, que nacieron unidas por el cráneo y que fueron operadas con éxito en Estados Unidos en 2006.