Los Bomberos Municipales continúan con la búsqueda de la familia desaparecida, mientras la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred) asegura que evalúa el terreno, pues vecinos temen que las viviendas declaradas en riesgo registren más grietas.
Este lunes 27 de noviembre se cumplieron cinco días de la tragedia y la Conred confirmó que se retiró el Puesto de Comando Unificado (PCU) para atender la emergencia; sin embargo, dicha entidad ahora se dedicará a analizar el terreno para determinar si hay mayores riesgos de deslaves o socavones en el área, donde vecinos han mostrado su preocupación por las casas que identificadas como en riesgo.
Se informó que se ahora en adelante, los Bomberos Municipales serán los encargados de continuar -por tiempo indefinido- con la búsqueda de la familia desaparecida por el deslave.
Los socorristas buscan al abogado Edwin Geovanni Palacios Jácome, su esposa, Lilian Morales Guzmán; sus tres hijas, Alejandra del Rosario, de 20 años, Jimena Monserrat, 17, y Aranza Abigail, 8; y otro familiar identificado como Jesús Antonio Morales, hermano de Lilian.
“En apoyo de la Coordinadora Municipal para la Reducción de Desastres del Municipio de Guatemala hoy se realizó una evaluación por parte de la Dirección de Mitigación de la Se-Condred realizando un sobrevuelo de dron”, dijo Rodolfo García, portavoz de Conred.
García Añadió que lo que se busca es seguir con las evaluaciones para determinar las condiciones de inestabilidad o de riesgo en el área afectada, lo que incluye la probabilidad de socavamientos “en la parte inferior del talud” y probables riesgos de deslizamientos.
Esperan apoyo
Vecinos afectados aseguran que la ayuda de parte del Gobierno no ha llegado y temen que la situación se agrave, porque varias viviendas están agrietadas; además, aseguran que no tienen otro lugar a donde ir.
“Yo no sentía el momento del deslave, cuando sentí fue cuando la gente estaba gritando, cuando ya veían las ambulancias, fue cuando salí de mi casa a ver y me encontré con eso, que ya se había ido a la casa”, señaló un vecino que prefirió no dar su nombre.
Señaló que las autoridades se retiraron del lugar y que los únicos que llegan son los bomberos, quienes hacen mediciones para establecer cómo se encuentran las grietas que tienen señalizadas.
Además, detalló que en una casa de dos pisos hay una grieta que al principio tenía tres centímetros de ancho y ahora tiene más de cuatro.
“Muchos no tenemos a dónde irnos y estamos esperando a ver qué hace el gobierno porque dijeron que iban a venir a analizar el terreno, pero no han venido”, agregó el residente.
Otra de las vecinas afectadas detalló que es urgente que se evalué la estabilidad del terreno para tener “seguridad y tranquilidad”; además, dijo que se necesita ayuda de parte del Gobierno para “conseguir casas”, ya que son varias las familias necesitadas.
“Le pedimos al Gobierno es que por favor se apersonen aquí y nos digan que sí nos van a apoyar, nos van a ayudar para podernos trasladar a un lugar donde podamos estar mejor, porque no tenemos la disponibilidad de vivir o alquilar en otro lugar”, comentó la vecina, quien añadió que solo se han presentado para buscar a los desaparecidos, pero no para evaluar el terreno.
La temporada de lluvias, que va de mayo a octubre, ha dejado este año 67 fallecidos, 13 desaparecidos y 7 heridos, según las estadísticas de la Conred.
En septiembre pasado, 19 personas fallecieron en el asentamiento Dios es Fiel, ubicado bajo el puente El Naranjo, cuando un río de aguas negras arrastró una decena de viviendas.
De acuerdo con estudios privados, en la Ciudad de Guatemala existen más de 150 asentamientos irregulares, donde las personas viven sin acceso a servicios básicos y en sectores de alto riesgo en temporada de lluvias por la inestabilidad del terreno.