Todo ello porque son escenarios cerrados, con poca ventilación, donde algunos usuarios no utilizan de manera correcta la mascarilla, pero sobretodo porque es casi imposible que se cumpla con el distanciamiento físico.
Aunque existan esfuerzos de control en las paradas de buses y en algunos puntos hasta se toma la temperatura, lo que ocurre dentro de las unidades de transporte se va de las manos de las autoridades.
Pese a que existe el semáforo covid-19, que fija la pauta para las diversas actividades públicas tomando como base el nivel de alerta del municipio, que según la última actualización el 85% del país se encuentra bajo alerta roja.
Lo anterior representa a 285 municipios en color rojo, seguidos tan solo 32 en alerta naranja, 19 en amarillo y ninguno en el anhelado color verde que significa la nueva normalidad.
Cada alcalde debe de emitir medidas para que sus vecinos cumplan con las recomendaciones acorde a su nivel de alerta, pero el desinterés y la poca prudencia de los vecinos se manifiesta en casi toda Guatemala, según la Asociación Nacional de Municipalidades (Anam).
Aunque el llamado de alerta de epidemiólogos es buscar una medida de contención, muchos están de acuerdo que un cierre total casi está descartado por fundamentos económicos, pero consideran vital que se tomen cartas en el asunto para evitar que la mortalidad del covid siga ganando terreno en Guatemala.
Buses son foco de contagio
El retornó a las actividades comerciales que comenzó en julio del año pasado obligó a que gradualmente el sistema de transporte público comenzará a ganar espacio, haciendo que las pocas unidades en circulación implementarán protocolos de bioseguridad.
Medidas que han sido inefectivas en el transporte público según el epidemiólogo Edwin Calgua, de la Universidad de Carlos, quien considera que contener estos focos de contagios son una parte clave para frenar la pandemia.
“Estudios recientes han establecido la importancia de la movilidad para poder contener una pandemia, se establece que una disminución del 10% de movilidad en una sociedad reduce hasta 8.6% la incidencia de casos positivos. Dentro de la movilidad la gran mayoría lo hace dentro de buses, un caso el área metropolitana de Guatemala donde muchos usan el transporte público para llegar a sus trabajos, pero en la práctica el semáforo no está cumpliendo y no parece disuadir a las personas”, explicó.
Pero por el contrario, si el tema no es atendido de la manera correcta las tasas de contagio pueden ser de hasta ocho por cada 10 usuarios, según las estimaciones del experto.
“En Guatemala no tenemos indicadores pero podemos hacer una estimación, anecdóticamente, que una persona que va en un bus que no respeta el 50% de aforo tiene un 80% de posibilidades de poder tener un contagio por la proximidad y por el momento en que estamos; habrá contacto, gente que toma agua o se pone a comer, hay quienes se duermen y se desacomodan la mascarilla”, refirió.
Pocas medidas
Muchas personas salen de casa por necesidad, principalmente porque muchas empresas dejaron de lado la modalidad del teletrabajo lo que obliga a muchos tener que convivir con la pandemia.
El epidemiólogo José Ortiz, titular del Observatorio Nacional de Salud coincide con que se tiene que controlar los aforos en el transporte público para frenar la tasa de contagios de coronavirus.
“No controlar el aforo en el transporte público genera que la pandemia se perpetúe, que siempre existan oleadas grades en los primeros dos o tres años. El aforo es importante pero la municipalidad ni en el Transmetro puede regular el aforo, mucho menos en otro tipo de transporte público”, explicó.
El medico afirma que en este momento veremos una disminución natural de los contagios, por lo que si sería prudente que se afine una estrategia real sin tener que caer en medidas de excepción, que podrían despertar dudas sobre la transparencia de los recursos públicos.
“La quinta oleada puede que sea igual o más intensa que la actual, ahora el Ministerio de Salud lo que quiere es un estado de excepción para hacer compras a granel y todo el asunto aprovechando el pico de casos, pero la verdad es que la pandemia ya se definió en esta cuarta oleada que fue más intensa que cualquier otra y ahora vamos en una fase de descenso normal”, destacó.
Responsabilidad compartida
La Anam asegura que los alcaldes han visto la manera de aplicar controles más estrictos, sin violentar la ley, pero que se han topado con comunidades que no le tienen miedo o respeto a la enfermedad, lo que complica cualquier estrategia contra la pandemia.
“Hace un tiempo en la ruta interamericana iba un sepelio masivo con vehículos, una caravana de tal vez unos 50 vehículos, la mayoría pickups, con cerca de ocho a 10 personas cada uno sin que una sola portara mascarilla, no es que le dieran mal uso simplemente iban sin mascarilla, todo esto ocurre también en el interior de nuestro territorio”, refirió Marvin de León, gerente de Anam.
De León añadió que el control del aforo dentro de las unidades de transporte es el principal obstáculo que han enfrentado para ir conteniendo el paso del coronavirus, ya que algunos usuarios y transportistas tampoco ponen de su parte.
“El distanciamiento social dentro de los buses regularmente no se cumple, hay un poquito de irrespeto al uso correcto de la mascarilla además que no hay un control estricto dentro de cada uno de los buses, lo que hace que básicamente quede a conciencia de los usuarios pero es difícil porque no todos lo cumplan aunque la responsabilidad es compartida”, indicó.
¿Transmetro sin control?
A la redacción de Prensa Libre una usuario manifestó que el pasado 30 de julio en la línea 12 del Transmetro, a aproximadamente las ocho de la noche dicha unidad de transporte iba sobrecargada, además que los termómetros y dispensadores de alcohol en gel no funcionaban.
Se consultó al equipo de Comunicación Social de la Municipalidad de Guatemala por ese caso en concreto y su respuesta fue la siguiente: “En el Transmetro no se registrado ningún caso de Covid-19 positivo. El Transmetro es el único sistema de transporte público municipal seguro y eficiente que es utilizado diariamente por miles de vecinos para movilizarse a sus lugares de trabajo. Para el alcalde Ricardo Quiñonez lo más importante es la salud de las personas y las familias, existen transportes alternos que pueden impactar en el presupuesto del vecino, el Transmetro que es el único transporte con una tarifa establecida de Q.1.00”.
Así mismo la comuna añadió, “el Transmetro cumplió todas las normativas que el MSPAS requirió mediante los ensayos previos a su regreso de operaciones. Actualmente, se mantiene constante verificación en el ámbito correspondiente, mediante la Superintendencia de Transporte Público. Asimismo, se limpian y desinfectan las unidades, las estaciones de transbordo, se respeta el aforo del 50% de su capacidad, toma de temperatura y se mantiene la aplicación del alcohol en gel”.
Semáforo covid-19
Municipios bajo alerta roja: Bajo este nivel de alerta las unidades de transporte público tan solo operaran en un 50% de capacidad para buscar garantizar el distanciamiento físico entre los usuarios.
Municipios bajo alerta naranja: Al igual que la medida anterior, los buses funcionaran a un 50% de capacidad para tratar de mantener una distancia recomendada entre los pasajeros, que deben de utilizar todo el tiempo su mascarilla de manera correcta.
Municipios bajo alerta naranja: En este nivel las unidades de transporte público podrá funcionar a un 75% de su capacidad, lo que implica una mayor cantidad de usuarios que siempre deben de seguir utilizando todo el tiempo y de manera correcta el cubre bocas.
Municipios bajo alerta verde: En este escenario las unidades de transporte público podrá operar al 100% de su capacidad ya que la cantidad de contagios será mínima y permitiría, según el sistema de alertas, mayor tipo de actividades.