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Vacunas contra covid-19 aún son insuficientes para cubrir fases abiertas

Las dosis de vacunas contra el covid-19 que han ingresado al país no son suficientes para abarcar más allá de la segunda fase del Plan Nacional de Vacunación, establecido por el Ministerio de Salud.

Las dosis de vacunas que hay en el país no alcanzan para cubrir la segunda fase de vacunación. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL)

Las dosis de vacunas que hay en el país no alcanzan para cubrir la segunda fase de vacunación. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL)

Desde que arrancó la administración del fármaco, el pasado 25 de febrero, han llegado al país un total de 2 millones 929 mil 800 dosis, pero seis de cada diez han sido donada por Gobiernos que se han solidarizado con Guatemala, debido a que las negociaciones para adquirirlo por parte de las autoridades sanitarias han sido lentas.

En el plan se contemplan cuatro fases de vacunación, la primera busca mantener la integridad del sistema de salud, etapa en la que se incluyó a 135 mil personas -entre médicos y personal de rescate-, de acuerdo con la previsto por la cartera.

La segunda persigue disminuir la mortalidad y la carga de enfermedad severa. Es la que permanece estancada. Involucra a adultos mayores, población con enfermedades subyacentes, y desde abril se adhirió a los maestros, cuando en el plan original estaban en la fase posterior.

En la programación inicial eran 2 millones 519 mil 228 personas las que estaban en dicha fase, a la que ahora se suman 276 mil 193 docentes que el Mineduc contó para ser inoculados, pero entre estos hay mayores de 50 años y con padecimientos crónicos que ya estarían incluidos en el primer grupo de esta etapa.

Las otras fases del plan buscan inyectar a trabajadores del sector justicia y de seguridad, municipalidades, los adultos mayores de 40 años y población de 18 a 39 años. Acá suman ahora 7 millones 199 mil 634 personas.

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Para completar el esquema de vacunación, con dos dosis, de las personas que Salud pretendía en un inicio alcanzar se requerirían 20 millones 260 mil 110 dosis. Sin embargo, únicamente ha entrado el 14 por ciento.

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No alcanzarán

La cantidad de 2 millones 929 mil 800 dosis con las que cuenta el Sistema de Salud aún se queda corta para completar las dos fases de vacunación que están abiertas en el país, pues se necesitan 5 millones 860 mil 842 dosis, de acuerdo con lo establecido en el plan divulgado en febrero pasado.

Han ingresado vacunas de AstraZeneca, en total 1 millón 74 mil 800, pero compradas únicamente el 33 por ciento, y resto es producto de donaciones de India y de México.

De Moderna se recibieron 1 millón 505 mil dosis, todas donadas por Israel y Estados Unidos, este último dio la mayor cantidad y de acuerdo con el presidente Alejandro Giammattei serán utilizadas para vacunar a los maestros y a personas con comorbilidades.

Mientras que, de 16 millones de dosis de Sputnik V que el país compró -ya se pagó el 50 por ciento-, hasta hoy solo se han recibido 350 mil en cuatro entregas. Se tiene pendiente la llegada del componente que servirá para completar el esquema de vacunación, de quienes ya iniciaron el proceso. Además, faltan que ingresen 200 mil dosis que se esperaban para esta semana, pero no hay fecha confirmada.

 

Las dosis de la vacuna Sputnik V que han entrado al país son 350 mil, de una compra de 16 millones. Se usarán para inyectar a las personas inscritas en la segunda fase del Plan Nacional de Vacunación. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL)

 

Para Óscar Chávez, del Laboratorio de Datos, las donaciones no son la solución para la lenta vacunación en el país y lo único que se logra es liberar la presión política que existe por la falta de vacunas, y la lenta entrega de la adquisición.

“Hubo una gran falta de transparencia y el Ministerio ha sido bastante oscuro en todo lo que respecta a esa compra. No quieren dar información, entendemos hasta cierto punto que el contrato está en una cierta cláusula de confidencialidad, pero de lo que no tiene confidencialidad no se sabe nada”, reiteró Chávez.

Sin control

Para que las personas sean vacunadas atraviesas varias situaciones, por ejemplo, viajar a otros países para vacunarse o esperar, sin un tiempo estimado, a recibir un mensaje de texto con la fecha, hora y lugar en donde les inyectarán la primera dosis. Aunado a esto, las vacunas han ingresado a cuentagotas a Guatemala y aún no se tiene el cronograma de envío de las compradas a Rusia, pese a que se ha insistido en conocerlo.

Ni el peregrinaje ni la insistencia de la población de acceder a las vacunas generan un cambio en la gestión de obtener más dosis y tampoco en mejorar u organizar el Plan Nacional de Vacunación para que lleguen a la provincia.

José Ortiz, epidemiólogo y administrador del Observatorio de Coronavirus de Guatemala, reitera que el plan de vacunación que impulsa el gobierno es un desorden, porque no hay claridad en el tipo de vacunas que ingresan y poco control para aplicar la segunda dosis.

“Es un desorden introducir vacunas de diferentes marcas y esquemas y no dar seguimiento para garantizar la vacuna, por ejemplo, la Sputnik o Moderna, o cualquiera que ingrese como la AstraZeneca u otra. Se ha visto que hay gente que se queda sin segunda dosis y en el peor de los casos que ni la llaman”, afirmó Ortiz.

Durante la pandemia en Guatemala la gestión de las autoridades de Salud ha sido desordenada e ineficiente, señalan los expertos. Ha existido escasa información y los datos son compartidos poco o poco o nunca son publicados; mientras el virus gana terreno y los casos positivos diarios superaron los tres mil.

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“Hay sospecha epidemiológica que tenemos la nueva cepa Delta con mayor índice de reproducción, dado el comportamiento de casos positivos. Lo que hace pensar que el Ministerio no ha tomado acciones por pura negligencia de establecer si ha ingresado o no la nueva cepa y eso lo que hace es saturar los hospitales aún más”, explicó el epidemiólogo.

El pasado jueves, el presidente Alejandro Giammattei mencionó que en el país circulan cinco variantes del covid-19, e hizo referencia a la Delta. Recientemente, la cartera de Salud confirmó la presencia de las cepas: Alpha, Gamma, Beta, en abril pasado fue detectada la californiana.

Ortiz adelanta un escenario más sombrío y negativo, porque las siguientes oleadas podrían ser más graves que la segunda y tercera. Además, advierte que es probable adquirir la inmunidad contrayendo la enfermedad y no por medio de la inyección de la vacuna.

Opciones

Iris Cazali, jefa de Infectología del Hospital Roosevelt, explica que lo importante para inyectar la vacuna Moderna que recién ingresaron al país, y es tener claro cuántas personas la recibirán en un día, pues el frasco que se abrió no puede ser usado al siguiente.

“No queremos perder una sola dosis de las vacunas que tengamos. Lo que tenemos que hacer es un programa de vacunación con nuestros centros de vacunación que tengan claridad de cuánta gente van a poder vacunar. Es más fácil si se abre a todo el mundo”, puntualizó Cazali.

La infectóloga explica que hay al menos dos opciones para aprovechar estas dosis: usarlas como primera dosis para 750 mil personas y guardar la segunda. La segunda es inyectarlas a quienes ya tienen la primera dosis y aplicarles el refuerzo. “El objetivo primario debería ser completar la vacunación de los que tienen la primera dosis. Si no tienen segunda de AstraZeneca ni de Sputnik pónganles la de Moderna. Esa es la prioridad”, enfatizó.