La preocupación del Gobierno de EE. UU. cobró fuerza con la visita de la vicepresidenta Kamala Harris, el pasado lunes, quien enfatizó que la corrupción provoca daños a las vidas humanas y perjudica la capacidad de los Estados para satisfacer las necesidades básicas de la población.
Los anuncios ocurren luego de que durante los primeros meses del actual año fiscal se reportaran alzas en el número de niñez no acompañada y familias que migran hacia ese país con la esperanza de mejorar sus condiciones de vida. Frente a esa situación, Biden nombró a Harris para hacerse cargo de esta crisis humanitaria.