Las denuncias de las víctimas, entre las que había mujeres y hombres, llegaron a oídos de las autoridades indígenas de Sololá, que hicieron las gestiones para dar con su paradero y llevarlo a la sede de la alcaldía en el municipio de Sololá. Junto con él capturaron a una mujer a quien señalan de ser su cómplice.
Durante más de dos horas el sujeto, identificado como Juan Carlos Mejía Camajá, de 35 años, y la mujer como Rebeca, de 30, fueron sentados en el banquillo de los acusados. Los ubicaron en el medio del salón de la alcaldía indígena y a su alrededor colocaron cuadros en donde se leía que es autoridad indígena de Sololá. También había pasaportes, copias de visas de Estados Unidos y Canadá, y celulares, con los que se comunicaba con los clientes, ahora víctimas, y llaves de vehículos.
Las autoridades que integran la Alcaldía Indígena de Sololá hicieron los señalamientos en su idioma materno, Kaqchikel. Además, a la sede de la autoridad ancestral de ese departamento, llegaron presuntas víctimas de Mejía Camajá, quienes comentaron la forma en que les ofrecía tramitar la visa en la Embajada de los Estados Unidos y Canadá para poder viajar en forma legal a aquella nación.
Cobraba hasta Q100 mil
De acuerdo con las primeras investigaciones el sujeto cobraba hasta Q100 mil quetzales, pero aceptaba pagos iniciales de Q10 mil o Q20 mil para hacer los trámites de los pobladores que le requerían sus servicios no solo en Cúnen, sino en otros municipios de Quiché y Sololá. Mejía Camajá tenía dos cómplices, pero solo detuvieron a la mujer identificada como Rebeca.
El otro sujeto habría relatado a las víctimas la forma en que operaba Mejía Camajá, e incluso, que se hacía pasar como sacerdote maya. Con todas las estafas logró comprar una casa en más de Q400 mil y vehículos.
Luego de darles a conocer la razón por la que estaban en la sede de la Alcaldía Indígena, Mejía Camajá, recibió 25 azotes de parte de representantes de la autoridad ancestral. Cada golpe que recibió llevaba un mensaje que debía de dejar de dañar a las personas y resarcir los daños ocasionados. A la mujer le raparon la cabeza. Mejía Camajá debe ahora vender su vivienda y sus vehículos y devolver el dinero que le estafó a sus víctimas.
El Ministerio Público (MP) confirmó que abrieron una investigación a partir de que las autoridades indígenas ancestrales de Sololá y Cunén, Quiché, coordinaron poner a disposición a Mejía Camajá, quien se hacía pasar por representante de esa municipalidad indígena con la finalidad de estafar personas en Quiché.
Derivado de lo anterior, Mejía Camajá fue juzgado por las autoridades ancestrales en la municipalidad indígena quienes resolvieron azotarlo como castigo por dichas acciones, indicó Juan Luis Pantaleón, jefe de prensa del MP.
Las pesquisas inician porque Mejía Camajá tenía en su poder un celular, imágenes, información y diversos documentos los cuales podrían constituir indicios de la comisión del delito de estafa, razón por la cual las autoridades indígenas los entregaron al MP, quien a través de la Fiscalía de Distrito de Sololá, los embaló e inició las diligencias de investigación correspondientes en virtud de la denuncia realizada por las autoridades antes referidas.