Según autoridades del Mineduc, para la recolección de datos se diseñó una encuesta, cuyos datos fueron digitados directamente por los docentes al Sistema de Registro Educativos (SIRE), quienes entrevistaron a 20 mil 412 personas del área urbana y 120 mil 925 de la área rural.
El ministro Óscar Hugo López, detalló que luego de consolidar los datos se determinó que los departamentos con mayor incidencia de menores entre 4 y 15 años que están fuera del sistema educativo inicial, preprimario, primario, básico y diversificado son Guatemala con 13 mil 27; Huehuetenango 13 mil 31; San Marcos,12 mil 996, y Quiché, 11 mil 709.
66 mil 594 menores no asisten a la escuela por razones económicas
42 mil 237 porque a los padres no les interesa
22 mil 743 por déficit de la oferta educativa
3 mil 571 por factores sociales
6 mil 192 por otros motivos
Seguidos de Petén con 9 mil 456; Alta Verapaz, 9 mil 69; Escuintla, 7 mil 865; Chiquimula, 7 mil 865, y Suchitepéquez, 7 mil 103; Chimaltenango, 5 mil 635; Totonicapán, 5 mil 126; Baja Verapaz, 4 mil 901; Santa Rosa, 4 mil 780; Jutiapa, 4 mil 669; Quetzaltenango, 4 mil 624; Izabal, 4 mil 236; Sacatepéquez, 4 mil 98; Jalapa 3 mil 155; Sololá, 2 mil 487; Retalhuleu, 2 mil 289; Zacapa, 2 mil 241 y El Progreso mil 487.
Explicó que del total, 73 mil niños entre 5 y 7 años, nunca han asistido a un centro educativo, por lo que no tienen ninguna formación escolar. Los 68 mil restantes de entre 7 y 14 años, ya cursaron algún grado en la escuela pero tuvieron que retirarse por distintas razones.
El funcionario manifestó que un dato muy importante identificado es que 371 comunidades visitadas no cuentan con centro educativo cercano, pues los niños deben caminar hasta tres horas para poder llegar a sus establecimientos. Además, se identificaron a 6 mil 629 menores con necesidades educativas especiales.
“El censo no representó costos en el presupuesto del Mineduc, ya que se realizó con personal propio”, dijo López.
Habrá cobertura
El ministro indicó que trabajan en programas de acceso a cobertura que incluye transferencias monetarias condicionadas para apoyar a niños que no van a la escuela por razones económicas y la ampliación de la cobertura educativa, que permitirá a niños de 6 años ingresar en primaria.
Explicó: “Con apoyo de maestros, supervisores y el Ministerio de Desarrollo Social se espera obtener a corto plazo resultados positivos para los niños que están fuera del sistema educativo”.
Mario Chang, director departamental de Educación en San Marcos, afirmó que recientemente implementaron una campaña de concienciación para que los padres envíen a sus hijos a estudiar, pues la inscripción para el ciclo escolar vence el próximo 31 de marzo.
No asisten a la escuela
Raquel Juan Mateo, de la cabecera de Huehuetenango, quien tendría que cursar tercero básico, cuenta que sus padres se dedican a la agricultura y que el dinero no les alcanza ni para la comida.
“Mi sueño es ser policía para contribuir a proteger a los ciudadanos, especialmente a los de escasos recursos que como yo no tenemos derecho a la Educación”, expresó.
Francisco Juan Ramírez, 70, padre de la menor, asegura que debido a las condiciones de pobreza en las que viven no cuentan con los fondos para comprar los útiles escolares.
“La educación de los niños no es gratuita; al contrario, representa un gasto para los padres, por eso muchos se quedan sin ir a la escuela”, añadió María Mateo, madre de la menor.
En la aldea Colima Dos, San Pablo, San Marcos, viven los hermanos Rodas Chilel, cuatro de los 12 mil 996 menores del departamento que por falta de recursos abandonaron sus estudios.
“Me gustaría ir a la escuela, pero mis papás no tienen dinero para comprar útiles, uniforme y hacer las tareas”, expresó Valentina, 17, quien no sabe leer ni escribir.
A los hermanos se suma Pedro Morales, 9, cuyo sueño es ser maestro para apoyar a los niños pobres de la aldea La Puerta Chinique, Quiché, de donde es originario.
La madre del menor, Juana Morales, comentó que su esposo trabaja de jornalero en una finca de la Costa Sur y gana muy poco.
Con información da H. Cordero, M. Castillo y W. Barrer