Comunitario

Yo cuento: Vive sin límites para  crear soluciones

Kevin Zea utiliza su profesión de ingeniero mecánico industrial en cada proyecto para un mejor desarrollo del país.

Kevin Zea, de 47 años, lleva más de 20 de dedicarse a la profesión en el sector público y privado. Actualmente labora en el área de la energía renovable, especialmente en la se obtiene directamente de la radiación del sol, asesora a empresas en la parte técnica para crear una planta solar, generar puntos de conexión o líneas de transmisión e identificar espacios de mayor capacidad. 

Impactado por la conciencia social de su abuelo Emilio Arturo Zea González, secretario de la Asociación de Estudiantes Universitarios (AEU) de la Universidad de San Carlos de Guatemala (Usac), -período 1943-1944-, a largo plazo, el ingeniero busca crear una empresa que brinde energía para todo el país por medio de paneles solares, con la finalidad de generar oportunidades de empleo, buscar un convenio con países o industrias avanzadas para no ser codependientes de precios o materiales.

La familia de Zea, cuenta con suscripción digital e impresa, destacando que la primera, permite inmediatez, actualidad y estar informado constantemente; mientras que la segunda, da profundidad y perspectiva de cada tema presentado. Ambas sin perder lo característico: veraz, inmediata, confiable, diversidad de temas, con participación y opinión de sus lectores.

Fotografía Prensa Libre: María Reneé Barrientos Gaytan. 25-08-2025.

Kevin Zea trabaja en un proyecto que genere energía solar para varias comunidades rurales. (Foto Prensa Libre: María Reneé Barrientos Gaytan)

Desde pequeño, Kevin Zea fue habilidoso con los números, amante del campeonato mundial de Fórmula 1 y siempre se caracterizó por ser inquieto. Recuerda cómo sus padres lo pusieron a practicar deportes, música, escritura y lectura rápida.

A los 4 años pudo manejar un auto de carreras, conocido como  go-kart, y aunque  era común que esos carros chocaran constantemente,  cuando él competía  no le ocurría. Esto causó inquietud en sus padres. “Siempre me preguntaban por qué no chocaba en las competencias, y yo respondía  que al practicar y chocar, podía  explorar, ir a los límites y resolver problemas, mientras que en la competencia el principal objetivo era ganar”, cuenta. Explorar en los ensayos le dio la pauta para pensar que en el futuro podría resolver esos problemas al estudiar  ingeniería mecánica industrial. Su profesión le ha permitido conocer aspectos técnicos de los vehículos y compartir o explicar con sus amigos  por qué los pilotos o el equipo toman decisiones sobre la marcha. 

Zea, de 45 años, lleva más de 20 dedicado a esa profesión en los sectores público y privado. Actualmente trabaja en el área de  energía renovable, sobre todo en la que se obtiene directamente de la radiación del sol; asesora a empresas en la parte técnica para crear plantas solares, crear puntos de conexión o líneas de transmisión e identificar espacios de mayor capacidad. “No hay que tener límite con los sueños, siempre hay que cuestionarse el porqué de las cosas, crear nuevas, cómo mejorar o hacer más rápido algo existente, y esa es una de las claves de la ingeniería”, refiere, al recordar  características por las que le apasiona su trabajo.

Zea se ha interesado en la escritura y la oratoria. (Foto Prensa Libre: Cortesía Kevin Zea)
Kevin Zea es apasionado de la escritura, los deportes, la música y la ingeniería. (Foto Prensa Libre: María Reneé Barrientos Gaytan)

Conciencia social

A pesar de los cambios acelerados en la ingeniería, por guerras o crisis mundiales, el profesional resalta que se han dado modificaciones  en el uso de combustibles fósiles, ya que la economía mundial depende de ellos, los cuales  liberan gases que contribuyen al calentamiento global.

Impactado por la conciencia social de su abuelo Emilio Arturo Zea González, secretario de la Asociación de Estudiantes Universitarios (AEU) —de la Universidad de San Carlos de Guatemala (Usac)— en el período 1943-1944, a largo plazo, el ingeniero busca crear una empresa que brinde energía para todo el país por medio de paneles solares, con la finalidad de abrir oportunidades de empleo, buscar un convenio con países o industrias avanzadas, para no ser dependientes de precios que impone el mercado.

También resalta que le gustaría que existiera mayor unión, para exigir derechos individuales y sociales, con la finalidad de impulsar el bien común y el desarrollo de Guatemala. 

Recuperar un hábito

Zea se ha visto influencia por sus familiares, amantes de la lectura y escritura, por lo que es uno de sus pasatiempos favoritos, escribiendo cuentos o micro relatos.

Uno de sus escritos más recientes Ciudad Oscura, busca transmitir, que a pesar de existir obstáculos, siempre hay una pequeña esperanza, una luz que con el tiempo producirá el cambio esperado. " ... Pero está ciudad oscura, atrapa la luz de la libertad... Si..., estoy en una ciudad oscura, en la que parece que nadie mira bien. Es oscuridad a pleno sol. Todos dicen que dicen, pero hablan sin sentir..., sin sentir el sentimiento del otro, del prójimo. Pero siempre ha habido, hay y habrá luz al final del túnel".

Actualmente se encuentra trabajando en una novela histórica sobre la participación de Guatemala en la creación del estado de Israel, donde su abuelo paterno participó y antes de fallecer le dejó cartas, documentos, información, fotografías y videos. Tinter, proyecto de Edisur que permite en la actualidad imprimir una menor cantidad de unidades, será la encargada de dar vida a los escritos que su abuelo dejó.

Zea menciona que las nuevas generaciones han perdido el gusto por la lectura y escritura, tomando en cuenta que con ello se abren nuevos mundos para imaginar, se pierde la timidez, se conocen más personas. Indica que es importante leer y estar informados a diario, conociendo a los antepasados, cómo se ha desarrollado la historia del país y tener un mejor criterio para tomar buenas decisiones a futuro.

“Los límites para los sueños no existen, siempre hay que idear qué más se puede hacer para desarrollar el país”.
Kevin Zea

Cuatro generaciones impactadas

Kevin Zea es la cuarta generación  marcada por Prensa Libre, incluso años antes de su fundación, en 1951. Recuerda que desde pequeño coleccionó las ediciones de la revista Chicos, y sus padres lo ponían a reescribir artículos culturales publicados en este matutino. De esa manera mejoró su caligrafía y también aprendió a escribir mejor para participar en concursos de oratoria durante su infancia, hacer poesía o canciones de su autoría, cuando participó en grupos de rock, durante su adolescencia.  “Guatemala ya no puede estar sin Prensa Libre. Así como la tortilla y el frijol son algo básico en el día a día, Prensa Libre se ha convertido en tradición”, afirma

La familia de Zea tiene suscripción digital e impresa, y destaca  que la primera  permite inmediatez, actualidad e informarse constantemente, mientras que la segunda brinda profundidad y perspectiva de cada tema presentado. Ambas, sin perder lo característico: ser veraz, inmediata, confiable, con diversidad de temas e incluyendo la participación y opinión de sus lectores.

Zea es la cuarta generación que conserva artículos de Prensa Libre, entre ellos varias ediciones de la revista Chicos. (Foto Prensa Libre: Érick Ávila)

Esta es la cuarta publicación del proyecto Yo cuento, donde cada domingo, se contarán historias de guatemaltecos suscriptores de este diario y su valioso aporte a nuestro país.

Zea es la cuarta generación impactada con Prensa Libre a través de sus artículos en la versión digital e impresa. (Video Prensa Libre: Érick Ávila y Brian Martínez)

ESCRITO POR:

María Reneé Barrientos Gaytan

Periodista de Prensa Libre especializada en fotografía y audiovisuales para reportajes de Edición Dominical y cobertura nacional. Premiada por Storytelling en 2019, con 6 años de experiencia. Mención honorífica en el diplomado para periodistas como Agentes y Líderes de la Transformación Social en el Tec de Monterrey y parte del programa International Women's Media Foundation (IWMF).