La Organización Mundial de la Salud (OMS), asegura que este virus se “expande de manera explosiva” en Latinoamérica, que ya afecta a 23 de los 55 países y territorios de las Américas.
En Guatemala el primer caso confirmado de zika fue el 24 de noviembre del 2015, en un joven de 21 años originario de Zacapa. Hasta el 22 de enero de este año, el Ministerio de Salud Pública reportó 68 personas contagiadas con ese virus, entre ellas una mujer en estado de gestación.
Entre los peligros para el feto figura la microcefalia; esto quiere decir que el recién nacido podría nacer con un cráneo anormalmente pequeño.
La sospecha de un posible vínculo entre el zika y la microcefalia surgió tras observarse en Brasil un aumento dramático de los casos de esta enfermedad congénita. Científicos brasileños confirmaron que el zika se contagia de madre a hijo a través de la placenta, pero aún no han podido comprobar ese extremo. La OMS emitió una alerta epidemiológica contra el virus del zika por su posible relación con la microcefalia en recién nacidos y otras enfermedades congénitas.
Mientras tanto, países como Colombia, Ecuador, El Salvador, Jamaica y Brasil han aconsejado a las mujeres que eviten quedarse embarazadas, aunque la advertencia oficial es protegerse del mosquito.