Para el próximo martes se tiene programada una cuarta reunión del Consejo Permanente de la OEA, en la cual de nuevo se abordará la situación de Guatemala en torno al proceso electoral y en ella podría participar el presidente electo, Bernardo Arévalo, aunque los miembros de su partido, Movimiento Semilla, no lo han confirmado.
Abusos
Francisco Villagrán, exembajador de Guatemala ante la OEA, indicó que los allanamientos que comenzaron el viernes y culminaron el sábado últimos, con el decomiso de los documentos electorales, son vistos con mucha preocupación a escala internacional y existe una opinión negativa hacia la Fiscalía y el gobierno de Guatemala.
“Las imágenes de los abusos en contra del TSE impactaron mucho, se vieron como algo grotesco. Aún cuesta creer que los magistrados —Mynor— Franco y —Gabriel— Aguilera intentaran parar a los fiscales con las cajas. Esas imágenes han causado una impresión muy negativa hacia el Gobierno”, refirió.
Villagrán destacó que invitar a un presidente electo a una sesión de la OEA no es común en ese alto organismo, y solo muestra la gravedad del panorama en el país.
“Eso solo indica que hay una preocupación grave de lo que pasa en Guatemala”, insistió.
Villagrán comentó que en la sesión del martes no se tomarán decisiones, pero sí continuarán los pasos para posteriormente convocar a una asamblea general extraordinaria, debido a que ya existen las condiciones de un deterioro político institucional que “ameritan acciones por parte de la OEA”.
“La acción más severa es la suspensión de la condición de miembro de ese organismo, no la expulsión, pero sí se toma como una sanción porque el Gobierno ha permitido una alteración grave o un rompimiento del orden institucional. Muchos países están listos para apoyar acciones más severas por parte de la OEA”, señaló.
Presión
“Hay países que decididamente quieren que a Guatemala se le aplique la Carta Democrática. Ahí están Chile, Colombia y Antigua y Bermuda. Oficialmente, aún no conocemos la posición de EE. UU”, dijo el excanciller Édgar Gutiérrez, al recordar que esos países siempre han considerado inadmisibles las acciones que el MP ha emprendido contra el proceso electoral.
Gutiérrez explicó que, no obstante, habrá un compás de espera para aplicar las sanciones en un panorama más delicado.
“Considero que se mantendrá el último acuerdo adoptado por consenso. Se aplicará la Carta Democrática si Bernardo Arévalo no asume el 14 de enero. Y luego de asumir, también se volverá a considerar la aplicación si Arévalo es sometido a un juicio político, como le ocurrió en diciembre pasado al presidente de Perú”, acotó Gutiérrez.
Interceden
Para evitar la aplicación de la Carta Democrática, Gutiérrez refirió que “Giammattei se está moviendo y ha enviado varias veces al canciller Mario Búcaro para tratar de hablar cada vez que puede con Luis Almagro —secretario general de la OEA—”.
El exdiplomático dijo que en la próxima sesión, el martes, habrá “debate, pero también presiones por parte de varios países miembros”.
Recalcó que la aplicación de la Carta significa la suspensión de Guatemala del sistema interamericano.
“En lo inmediato no tiene repercusiones comerciales, aunque algunas ramas de la economía sí podrían sufrir. También se ralentizarían las negociaciones de crédito multilateral e inversiones. No creo que un gobierno nombrado por el Congreso sobreviva al ostracismo”, advirtió.
A decir del exembajador y exvicecanciller Luis Fernando Andrade, como consecuencia del ataque que ha sufrido el proceso eleccionario Guatemala ya fue castigada por la exposición internacional que ha alcanzado, ya que se le ve como un país “sin certeza jurídica ni política, y eso afecta el clima de inversiones locales e internacionales”.
Sanción moral
Para el internacionalista Roberto Wagner, la sanción de la OEA quedará dentro de lo moral, al considerar que los países miembros serán cautelosos, pues si se aplicara lo estipulado en la Carta Democrática se sentaría un precedente y estarán sujetos a que se les apliquen las mismas medidas si caen en una situación similar.
“De aquí en adelante veremos qué tantos dientes tiene la OEA, o hasta qué punto sigue sujeta a decir que solo condena la situación”, expuso.
Wagner también considera que las consecuencias de la aplicación de la Carta Democrática serían decir que no hay democracia en Guatemala y se compararía con Nicaragua, Cuba y Venezuela.
Autoridad
La OEA aprobó el 1 de septiembre una resolución que otorga al secretario general del organismo, Luis Almagro, mayor autoridad para vigilar el proceso de transición en Guatemala.
La iniciativa, impulsada por Antigua y Barbuda, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Estados Unidos y la República Dominicana, fue aprobada con el aplauso de la mayoría de representantes de los 34 países miembros.