El pasado 21 de octubre, Prensa Libre publicó que Jimmy Morales, del Frente de Convergecncia Nacional (FCN-Nación), tenía 67.9% de preferencia de voto y Sandra Torres, de la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE), contabilizaba 32.1%.
Los resultados del TSE indican que Morales obtuvo 67.44% de los votos y Torres 32.56%. La diferencia con la Encuesta Libre es de solo 0.46%.
¿Por qué se da ese resultado tan certero?
Es una combinación de factores que empiezan desde la misma relación. Nunca nos hemos sentido presionados en cómo hacer la Encuesta Libre. Siempre la parte metodológica ha sido nuestra. Tiene que ver también con la pasión que hay en la empresa, porque todos quieren que las cosas salgan bien. Son horas y horas que se invierten en cómo hacer una muestra lo más representativa posible.
Pero es todo un proceso, que incluye preguntas son balanceadas…
Se revisan las preguntas para que no tengan sesgo y den la oportunidad a la gente de dar una respuesta libre de influencia. Creo que todo eso aporta. Mucha gente de la empresa se siente satisfecha porque el resultado fue bastante apegado a lo que ocurrió.
¿Cómo se logra un dato tan apegado al final?
La Encuesta Libre fue la más exacta, aunque hubo otras que estuvieron dentro del margen de error. La nuestra la conozco por dentro, entonces puedo decir todo el esfuerzo que se hace. Llegar a 138 lugares no es fácil. Cuando vimos la relevancia del proceso decidimos aumentar los puntos muestrales de 108 a 138. Revisamos nuevamente la estructura geográfica y llegamos a lugares sorteados completamente al azar.
¿Qué anécdotas hay en la elaboración de la Encuesta Libre?
Los colaboradores cuentan que les salían perros y que gente los insultaba. Son cosas simpáticas, como cuando alguien atraviesa un río y se cae pero debe seguir, todo mojado.
¿Qué hicieron después del incidente ocurrido en la zona 13 (robo de algunas papeletas marcadas)?
No quisiera referirme mucho a ese tema. Son cosas que pasaron. Se repusieron las papeletas porque toda la muestra debe ser balanceada.
¿En ese caso se sustituyen los puntos?
Lo que se sustituye es uno o dos puntos. Es menos del 2%. La riqueza de la Encuesta Libre es que da un entorno mucho más amplio, que es el número. Siempre se dijo por qué iba sucediendo algo y qué buscaba la gente.
Los votantes tenían mucha seguridad de su preferencia
La recolección de datos culminó el 15 de octubre, faltaban 10 días para la elección. A mi juicio no hubo un acontecimiento sustancial que modificara la opinión de la gente. Más del 90% decía que ya había decidido su voto, por uno u otro candidato.
Hubo contrastes entre Morales y Torres. ¿Fue fundamental ese factor?
Los que estaban con Torres valoraban los programas sociales, pero los que estaban con Morales valoraban la confianza que él proyectaba. La decisión se basó en dónde depositar su confianza para que no se repitan problemas del pasado. La elección se definió por la confianza en un cambio.
¿Qué comentarios han recibido?
Fue un día interesante para Prensa Libre, Prodatos y las empresas que estuvieron dentro del margen de error. Los comentarios se basan en la confianza que se respira cuando las encuestas son buenas. Las encuestas tienen un valor que sirve a la gente para tomar decisiones. Muchos nos han felicitado.
¿Las encuestas son una predicción?
Son una tendencia y como tal están basada en decir: “Esto va a suceder si las cosas siguen igual”. Cualquier evento que ocurra en medio puede distorsionar esa tendencia. En este caso, no lo hubo.
¿Qué perciben de las necesidades ciudadanas?
La seguridad fue por mucho tiempo un problema muy grande. Pero la parte económica se volvió muy importante. Un gobierno no tiene que resolver las dificultades, pero sí dar las pautas de mejora.
¿Hay optimismo?
La población está golpeada por el pasado, y no ve visos de mejora. Es importante recuperar el positivismo de gente porque en las últimas dos mediciones el guatemalteco ya no era tan optimista.