La exposición de motivos señala que “el voto nulo reviste una inconformidad social respecto a las instituciones organizadas que dicen representar los intereses de la mayoría. En tal sentido si los votos nulos —sin incluir los votos inválidos— alcanzan una suma mayor a todos los votos asignados a determinados candidatos, el efecto inevitable e inmediato es la anulación de toda la elección, pues el rechazo es más que manifiesto”.
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Los cambios también señalan que se modifica la fecha de las elecciones, las cuales se efectuaran un domingo de junio y un domingo de agosto y de repetirse la del presidente y vicepresidente se llevarán a cabo un domingo de octubre y un domingo de diciembre.
A pesar que la petición de la población y diferentes sectores de sociedad civil son, que las reformas entren en vigencia en este proceso electoral, situación que no sucederá debido a que no daría tiempo y por otro lado que lo referente a elecciones entrarían en vigencia para los comicios del 2019.
Según la propuesta, otro de los fenómenos necesarios de erradicar es la propaganda electoral anticipada la cual ha crecido en forma ostensible, de tal forma que casi es permanente y va enlazado con el “clientelismo” mediante el cual las organizaciones políticas reparten artículos de primera necesidad, víveres, láminas, cemento y realizan rifas de electrodomésticos y hasta de vehículos.
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