Morales triunfó en 10 departamentos: Quetzaltenango, Retalhuleu, Suchitepéquez, Chimaltenango, Sacatepéquez, Guatemala, El Progreso, Zacapa, Santa Rosa y Jutiapa. Torres lo hizo en San Marcos, Quiché, Alta Verapaz, Izabal y Chiquimula, al menos según los resultados hasta antes del 15 de septiembre, ya que el TSE no ha publicado la forma como quedó el mapa electoral por departamentos.
En tanto, Baldizón ganó en Huehuetenango, Totonicapán, Sololá, Petén y Escuintla. En estos y en Jalapa, donde arrasó Mario Estrada, de la Unión del Cambio Nacional (UCN), es donde los finalistas deben concentrarse por ganar simpatías, ya que les será difícil intentar incursionar como los preferidos en los distritos donde ganó el rival.
Petén y Sololá será un reto para ambos, ya que fue donde el presidenciable de Líder obtuvo una mayoría sobre ellos, así como Jalapa, que apoyó en gran cantidad a Estrada y con amplio margen.
Jimmy Morales tiene cuesta arriba departamentos como Huehuetenango y Quiché, por la influencia rural de Baldizón y Torres, pero esta también tiene un reto en Quetzaltenango y el departamento de Guatemala, donde domina FCN-Nación.
Sin aliarse con Líder
Morales afirmó que no se aliaría con partidos políticos “señalados de actos de corrupción”, lo cual arrastraría a Líder, con varios diputados y un excandidato vicepresidencial.
Juan Orozco, del comando de campaña del presidenciable, fue más preciso al señalar que no habrá alianzas con ningún partido.
Torres fue más explícita y desechó la idea de una alianza con Líder, aunque no descartó recibir a sus dirigentes comunitarios. Además, invitó a todos los sectores a “buscar acuerdos” y encontrar soluciones a los problemas nacionales.
De los otros 12 partidos, Líder, Fuerza y la UCN descartaron apoyar a los dos finalistas.
Opciones y desventajas
De acuerdo con el politólogo Franco Martínez, para ambos contendientes aplica que, debido a que el resto de partidos no tiene consistencia ideológica, no serán fáciles los acuerdos.
No obstante, indicó que Morales podría pactar con otros partidos “afines”, como Visión con Valores (Viva), la coalición Compromiso, Renovación y Orden y Partido Unionista (Creo-Unionista), Fuerza, Todos y el Partido de Avanzada Nacional (PAN).
“Con ellos podría hacer más o menos una alianza, no solo en términos del Ejecutivo, sino también del Congreso, si en caso llega a ganar, porque el Gobierno tendría problemas y habría que priorizar la negociación en el Legislativo.
En el caso de Torres, Martínez señaló que podría establecer alianza con partidos pequeños, como Encuentro por Guatemala, y con Winaq y la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca (URNG).
Además, no cree que se dé la alianza con Líder. “Lo veo difícil, por la plataforma clientelar del Partido Patriota, que ya ha hecho pública su alianza con FCN-Nación”, subrayó el experto.
El analista político Carlos Martínez indicó que la restricción de Morales es su estructura partidaria, ya que tiene poca presencia en el territorio nacional, lo cual limita su campo de maniobra, contrario a la UNE, que sí cuenta con liderazgos y estructura local.
“En el caso de la UNE, su margen de maniobra es un poco más amplio porque tiene más presencia. Tiene también un poco más de equipo y experiencia política que el de Jimmy Morales. Yo creo que la ventaja que tenía Morales en la primera vuelta, de ser una fuerza nueva, desaparece relativamente para la segunda vuelta”, advirtió.
Martínez enfatizó que Morales tendría que reforzar su estrategia para buscar el voto metropolitano, en tanto que Torres reforzaría la suya para el voto rural y consolidar el apoyo que cada uno tiene en esas áreas.