Del 2009 al 2011 al menos 200 estudiantes estaban inscritos en la Escuela Oficial Rural Mixta de Panimajá, y este año solo asisten 102, debido a la migración, manifestó el maestro Baltazar Carrillo.
Agregó que los docentes visitan los hogares para inculcar valores y hacer conciencia del peligro que se corre al emigrar.
El programa Quédate, de Nahualá, documentó que en el 2015 fueron deportados 10 niños de ese municipio, cifra que contrasta con la cantidad de menores que viajan cada año a Estados Unidos. Se calcula que al menos 10 mil nahualenses han emigrado.
Marcos Diego Ixtamer Pérez, director del Centro de Formación Quédate, dijo que buscan reducir la migración de adolescentes y niños con actividades de concienciación e imparten cursos para su desarrollo, entre estos inglés, computación, turismo comunitario y comunicación. Actualmente trabajan con 75 menores.
José Diego Cárdenas, director de la Coordinadora Nacional de Asistencia de la Niñez Migrante, indicó que es importante atender a los retornados, pues con ello se evita que intenten irse de nuevo.
Trabajo infantil
Carmelina Tzaj, docente en Nahualá, relató que la migración es el principal problema del municipio, aunque el trabajo infantil también causa que muchos estudiantes se ausenten de las aulas en temporadas de cosecha.
La Asociación Comunitaria de Desarrollo Integral, que atiende a niños trabajadores de Nahualá, ha rescatado a 325 en situación de trabajo infantil, a quienes les brinda educación.
Esa entidad tiene conocimiento de que en 12 comunidades, de las 120 de Nahualá, los niños están expuestos a algún tipo de trabajo o a la migración.
Migración infantil
Según datos del Instituto de Política Migratoria (MPI, en inglés) de Estados Unidos, de enero a abril del 2016 fueron detenidos 81 menores guatemaltecos por día, uno cada 17 minutos.
Si la tendencia se mantiene, superaría los 17 mil 57 niños detenidos hace dos años, cuando se registró la cifra más alta.
Solo en el primer trimestre de este año fueron detenidos nueve mil 720 menores guatemaltecos en ese país, la mayoría originaria de Huehuetenango, Quiché, Totonicapán, San Marcos y Sololá.
Gloria Castro, defensora de la Niñez y la Adolescencia de la Procuraduría de los Derechos Humanos, señaló que los niños y adolescentes emigran porque huyen de la pobreza, la violencia y la falta de oportunidades.