Guatemala

El deseo para año nuevo: un poquito de esperanza

2003 traerá más problemas que soluciones, según algunos guatemaltecos

El nuevo año no parece traer mensajes de amor y esperanza. El pesimismo por la situación del país y la escasa confianza en la clase política parece ser la tónica general, según entrevistados ayer por este diario, quienes coincidieron en que el poder de cambio estará en lo que decidan los propios guatemaltecos.

Políticos, artistas, representantes de asociaciones pro derechos humanos y la población en general coinciden en afirmar que este año fue decepcionante y que ?el próximo será duro?.

El gran deseo es que el país vaya a mejor a partir de enero, pero las esperanzas son pocas.

La humorista Celia Recinos aconseja para 2003 ?quejarse menos y actuar?, aunque no confía en que se produzca ?un milagro?.

Recinos se considera una persona positiva; sin embargo, no cree que ?el próximo año sea mejor, ya que durante los últimos cuatro años sólo hemos ido a peor?.

En el mundo del deporte, la campeona de taekwondo Heidi Juárez opina que ningún presidente va a resolver los problemas de Guatemala: ?La única solución es que nos llenemos más de cultura e intentemos ser mejores personas?.

Lo que le preocupa a Heidi es la imagen que se está dando del país en el exterior: ?Si los jóvenes se dedicaran al deporte en vez de a la delincuencia, todo iría mejor?.

Luilly Doris, vocalista del grupo Radio Viejo, espera que en 2003 ?se dé una apertura de mente…, que los guatemaltecos seamos más abiertos?.

El cantante considera que uno de los problemas básicos es que ?nunca llevamos la iniciativa, sólo reaccionamos?.

Respecto de la posible ayuda que llegue del exterior, el músico considera que ?muchas veces nos fijamos en lo que nos queda a miles de kilómetros, en vez de centrarnos en lo que tenemos al lado.

El que está lejos ni siquiera sabe que existimos, ni tiene problemas que se parezcan a los nuestros?.

Organizaciones civiles

Para las organizaciones civiles, 2002 tuvo un balance negativo, pero no pierden la fe, y quieren dar un mensaje de esperanza para el futuro.

?El 2002 deja la ausencia de una oposición política real. Partidos que no son intermediarios entre la sociedad y el Gobierno han estado más preocupados de sus divisiones internas que de los problemas del país?, señaló Miguel Angel Alvizures, de Alianza Contra la Impunidad.

Para 2003, Alvizures espera que no sea un año electoral violento, y que?haya más cordura y tolerancia entre los participantes?.

?Será un año sumamente difícil, por tratarse de un año electoral; habrá un incremento sustancial de violaciones, e inclusive podría haber un incremento de amenazas en contra de defensores de derechos humanos?, afirmó Mario Polanco, del Grupo de Apoyo Mutuo.

Desesperanza en la población

La población, en general, no tiene grandes expectativas para el nuevo año ni con las elecciones, debido en gran parte a que ?estaremos peor económicamente y habrá problemas?, opina Jovita Escalera, ama de casa.

También existe temor de que el desempleo aumente y que los sueldos bajen, aunque como afirma Ely Arévalo, perito contadora, depende de nosotros, ya que el propio poder corrompe a los gobiernos?.

La maestra Dora de Palencia cree que ?sólo Dios puede arreglar este país, entre tanta violencia y corrupción?.

En general, el deseo para el nuevo año: un poco de esperanza.