Analistas consultados explican los obstáculos del país para lograr incrementar la inversión que puede generar más oportunidades para la ciudadanía económicamente activa.
De acuerdo con las cifras del Banco de Guatemala, en 2022 se tuvo una Inversión Extranjera Directa (IED) de US$1 mil 352.4 millones. La cual corresponde el 83.7 por ciento a reinversión de utilidades, el 12.3 por ciento en títulos a deuda y solamente el 4 por ciento son inversiones nuevas.
El mismo comportamiento reflejaron los años anteriores, siendo la reinversión el mayor rubro, a excepción del 2021 donde las nuevas inversiones representaron más de la mitad del monto de IED.
Sin embargo, los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) muestra que en 2022 del total de asalariados el 65.9 por ciento corresponde a personas sin contrato, es decir reciben ingresos mensuales por algún trabajo, pero no hay un compromiso firmado.
Y en cuanto a los miles de personas de 15 años o más que son económicamente activas, pero se encuentran desempleados en búsqueda de ocupación. La cifra más alta se sitúa en las mujeres del área metropolita
Seguridad y certeza jurídica
Prometer un mayor clima de inversión en Guatemala requiere atacar problemas estructurales de país, eso según la lectura de Paul Boteo, analista económico de Fundación Libertad y Desarrollo.
El analista considera vital mejorar la seguridad y la certeza jurídica, ya que Guatemala a la presente fecha es vista como una nación poco rentable y con procesos lentos y engorrosos.
“Una empresa en Guatemala incurre en altos costos para protegerse de la inseguridad, los permisos y trámites son lentos y sujetos a la arbitrariedad de funcionarios públicos, los costos de transporte de mercancías son altos por la mala calidad de la infraestructura y los puertos y aeropuertos son increíblemente ineficientes”, señaló Boteo.
A esto se le debe de sumar “la inestabilidad política” afirma el experto, ya que debido a la falta de certeza jurídica y al escaso Estado de Derecho, es muy poco probable que una empresa quiera venir a poner sus operaciones al país.
Incluso el tema del salario que tiene que ver directamente con empleos es otro factor que juega en contra, “el salario mínimo es alto en relación con el Producto Interno Bruto (PIB) per cápita. Todo esto afecta la rentabilidad esperada de las empresas y por eso prefieren irse a otras geografías”, indicó.
Según sus datos, en Centroamérica países como Costa Rica y Panamá nos llevan ventaja, porque son mejores que Guatemala en la mayoría de los aspectos antes citados.
Una posible alternativa a corto plazo, asegura, podría ser mejorar significativamente la infraestructura y la logística del país, ya que con esto se permitiría mayor eficiencia en el transporte de productos.
“Pero también debe mejorarse la institucionalidad del país. Se pueden vender muchos logros, pero si la certeza jurídica y el Estado de Derecho no mejoran significativamente, siempre seremos considerados un país de alto riesgo”, agregó que algo vital es tener “instituciones funcionales”.
Infraestructura y capital humano
Junto a los factores entrelazados con la seguridad y la certeza jurídica, para José Luis Moreira, economista del Consejo Nacional Económico (CNE), es necesario agregar en la lista problemas de infraestructura y de recurso humano al momento de hablar de problemas de inversión y empleo.
Moreira considera que existe un problema institucional que impide que Guatemala pueda crecer en el sector económico y de inversión.
“Guatemala tiene muchos rezagos en materia de infraestructura, a Guatemala le cuesta construir infraestructura en general, ya sea puertos, aeropuertos y carreteras”, señaló.
Esto se debe, apunta, a una serie de deficiencias legales, “el marco de gobernanza que permite la construcción de infraestructura en Guatemala es demasiado anticuado, no permite que se pueda construir infraestructura efectivamente”, esto impide que se puedan hacer construcciones desde lo público como en alianza público – privado.
Pero otro gran problema es la calidad de la fuerza de trabajo en Guatemala, ya que por temas de Estado, los guatemaltecos no cuentan con la suficiente preparación académica.
“Hay un bajo nivel de educación secundaria que es lo que piden inversionistas internacionales al momento de contratar a alguien, es difícil ver que un inversionista contrate a alguien con tan solo sexto primaria, pero esto se remite a instituciones porque tiene que ver con un Ministerio de Educación que debe de ampliar su cobertura”, señaló.
Entre las soluciones para esto se requiere “cambiar los políticos”, ya que se requiere de verdadera voluntad y acción el cambiar todas las deficiencias que impiden a Guatemala crecer en materia económica.
“Los actores sociales que ejercen cierta influencia en el poder político de Guatemala no tienen como prioridad ninguno de estos esquemas, por el momento la prioridad de los actores políticos es continuar con los esquemas de corrupción y procurarse impunidad”, concluyó.
Corrupción y certeza jurídica
Sumado a los fatores anteriores, el analista económico David Quan concordó y comentó que se deben realizar estrategias para atraer inversión e incentivar a los sectores productivos.
“Por otro lado, poder mejorar la inversión en infraestructura, en el capital humano y fortalecer la capacidad institucional”, puntualizó.
Indicó que el año pasado Fitch Ratings confirmó la baja calificación en gobernanza, “la cual refleja la debilidad en la capacidad institucional y en los derechos para participación en procesos políticos”, señaló.
Lo cual a su parecer, es el principal obstáculo para la atracción de nuevos inversionistas internacionales es la baja confianza en las instituciones “por temas de corrupción y de certeza jurídica”, especificó.