Los resultados indican que no hay un área de acción calificada buena o muy buena, a ocho meses del relevo de autoridades.
Los índices más bajos se observan en el área económica, combate de la corrupción y seguridad, mientras que el apoyo a la educación fue el único aspecto que logró una posición “moderada” y se situó en la frontera del 50.1%, pero también se evaluó salud, deporte, relaciones internacionales, medioambiente, derechos humanos y mejoramiento de carreteras, ente otras materias.
Los resultados obtenidos reafirman que, con excepción del apoyo a la educación, todas las demás áreas de acción del gobierno actual arrojan bajos niveles de aprobación.
En el núcleo
En la ejecución de un programa de gobierno, “las áreas de acción” son las temáticas puntuales y van muy relacionadas con la vida diaria de los ciudadanos, que incluso tienen el alcance de orientar la toma de decisiones desde el Ejecutivo.
En el funcionamiento de escuelas se logró una aprobación del 41.3%, seguido de programas de salud, 37.8%, y mantenimiento de hospitales, con 34.3%, áreas que se encuentran en la parte del nivel bajo.
¿Qué lo explica?
Para Bienvenido Argueta, exministro de Educación y doctor en Educación y Estudios Culturales, el hecho de que la parte de educación aparezca con ese nivel de aprobación se debe a los apoyos históricos y que por muchos años el Ministerio de Educación (Mineduc) ha venido institucionalizando, al contar con un mayor presupuesto en relación con el resto de carteras.
De hecho, el Mineduc tiene asignada la mayor partida presupuestaria para este ejercicio fiscal, con Q22 mil 254 millones, y según el doctor, “a pesar de que es insuficiente en el sentido de la matrícula de obligatoriedad, hace falta cubrir la preprimaria, el ciclo básico y el diversificado, que son algunas de las carencias, pero tiene la capacidad de llevar a todas las escuelas, sobre todo, programas como la alimentación escolar, que ayuda a las familias más pobres, la entrega de libros de textos y la posibilidad de contratación de docentes”.
Argueta recalca que si este es “el aspecto moderado y medio”, también enumera otros lineamientos “que no alcanzan” para que el Mineduc reciba una mejor apreciación de la población, y por ello señala en primer lugar la calidad de educación para adaptarse a sus necesidades y a su propia cultura, y aún es precaria en Guatemala la educación bilingüe-intercultural; lo otro es que los estudiantes puedan asistir a la educación secundaria y al ciclo diversificado, donde la mayoría elige el sector privado.
Hay otros faltantes como la educación inclusiva, y al sistema le hace falta toda la parte de infraestructura e inversión, sobre todo en tecnología, sostiene.
Adrián Chávez, analista en Salud y Seguridad Social, señala que el nivel de aprobación para programas de salud y mantenimiento de hospitales tiene que ver con los mensajes y campañas que pudieron darse durante la pandemia, y las personas los tenían presentes a través de las pautas que estuvieron surgiendo del tema de salud y por eso logra una calificación, en este caso, “como regular” en los programas de salud e infraestructura.
Aun así, asevera Chávez, hay que tomar en consideración que los resultados son una cuestión “bastante media”, que de alguna manera reflejan que, desafortunadamente, para la población el asunto de salud a nivel gubernamental tampoco fue una prioridad y que hubo una respuesta “mediocre” ante la magnitud del problema.
En todo caso, los resultados en lo relacionado con salud es una cuestión que los partidos políticos en contienda deben tomar en consideración, pues siempre está en el discurso electorero.
Combate de la corrupción
En el índice de aprobación del Gobierno, el área de combate de la corrupción está en el penúltimo lugar, con 7.8%.
Para el analista en asuntos internacionales Roberto Santiago Servent, el resultado responde a que “hay un hartazgo social por los actos de corrupción expuestos por la prensa nacional, escasa o incompleta ejecución de obra pública y programas de desarrollo social, así como un sistema de persecución penal cooptado y en componenda con un sistema de justicia mafioso”.
Estabilidad de precios
El bajo nivel de aprobación se observa en la estabilidad de precios, que se salió de control desde el 2022, cuando el ritmo inflacionario cerró en 9.24%, pero en marzo del 2023 empezó a ceder a 8.71%, lo que lleva a la pérdida del poder adquisitivo del quetzal y afecta la estabilidad macroeconómica.
Lo anterior sucedió a pesar de que se aprobaron varios programas de apoyo, tales como los subsidios para paliar sus efectos en la economía empresarial y familiar, como el otorgado al galón de gasolina superior, regular y al diésel (en 2022); al cilindro de propano y a la tarifa de energía eléctrica -que están vigentes-.
Buena parte del encarecimiento de productos y servicios fue externo, como consecuencia de la crisis internacional, y se vio reflejado en los hogares guatemaltecos.
El economista independiente Juan Alberto González Jacobo, experto en temas territoriales, el aspecto de los precios se ve influido por una serie de factores, entre los cuales la participación del Gobierno no es la más importante en cuanto a las variaciones, y existe un componente de inflación importada que tiene que ver con el conflicto bélico internacional, que tuvo impacto en el mercado de los combustibles, fertilizantes y de los cereales -maíz y trigo-, que son las tres áreas que afectó el conflicto geopolítico externo.
