A pesar de que el padrón electoral de guatemaltecos que residen en aquel país pasa de los 90 mil, en la elección del pasado 25 de junio, apenas mil 443 pudieron votar.
Desde mucho antes de que se convocara al proceso electoral las organizaciones insistieron en que debía haber mayor promoción para empadronarse, que debió acompañarse de medidas para facilitar el acceso al DPI de la población.
Sin embargo, los guatemaltecos en EE. UU. también atribuyen a múltiples errores en la distribución del padrón electoral en los centros de votación en ese país, el que se haya registrado una baja participación.
El día de la votación abundaron las denuncias públicas de guatemaltecos quienes señalaban que les habían asignado un centro de votación en una ciudad muy distante a la que registraron en el TSE, en algunos casos hasta nueve horas de camino en automóvil, o incluso a otros los asignaron a un centro de votación de la capital guatemalteca.
Envían carta
El pasado 4 de julio, el movimiento Voto de los Guatemaltecos Residentes en el Extranjero (Voguare) envió una misiva a la presidenta del TSE con las observaciones de la primera vuelta y sugerencias para que se implementen en la segunda, que tendrá lugar el próximo 20 de agosto.
Entre estas pidieron a la autoridad electoral que confirme “de manera inmediata” la ubicación de los centros de votación y que se establezca cuanto antes una campaña de información masiva para darlos a conocer.
“Esperamos que el TSE se asegure de informar de manera inmediata a la comunidad la ubicación de los centros de votación y que no los cambie de último minuto”, expuso Ben Monterroso, presidente de Voguare.
A su consideración, también se debería corregir el padrón electoral y su distribución que fue “uno de los errores más perjudiciales” que evitaron que más guatemaltecos votaran. “Si lo corrigen podría ser la diferencia para que muchas más personas participen porque interés sí hay”, aseguró.
Monterroso afirmó que la organización que preside continúa informando y alentando a la comunidad migrante para que participe y han notado que el guatemalteco está dispuesto a participar.
Pesimismo
Sin embargo, los guatemaltecos en aquel país no se muestran muy optimistas de que pueda haber acciones distintas a las que hubo en la primera vuelta para facilitar el voto en EE. UU.
En parte, señalan, porque si no se hicieron en tres años y medio, tampoco se harán en un mes. Además, recuerdan que el propio TSE calificó positivamente el proceso y que el magistrado Gabriel Aguilera dijo que la baja participación “tiene que ver porque los guatemaltecos que están allá no lo quieren ejercer”.
“Lo lógico hubiera sido que el TSE el lunes o martes después de la elección hubiera empezado a dar información, pero no hemos sabido absolutamente nada de ellos y a estas alturas ya es muy tarde para que hagan algo”, indicó Juan Carlos Pocasangre, un líder migrante que radica en Nueva York, estado donde hubo dos centros de votación, pero donde solo emitieron el sufragio 144 personas.
El principal problema, a juicio de Pocasangre, es que mucha gente que está empadronada no tiene DPI y las citas para tramitar este documento en el consulado de Guatemala en ese Estado de la Unión Americana “se siguen tardando mucho”. “Aquí no se va a solucionar el problema hasta que pongan cinco o seis oficinas afuera de consulado para tramitar pasaportes y DPI porque no se dan abasto”, añadió.
No fue apatía
Gabriela Álvarez también vive en EE. UU. y considera que el “fracaso” de la primera vuelta no fue por indiferencia de los guatemaltecos. Coincidió en que, de cara a la segunda vuelta, tampoco ha escuchado campaña alguna para fomentar el voto en el extranjero. “No han hecho nada y no creo que hagan algo”, dijo.
Álvarez rechazó el que la baja participación haya sido por el bajo interés y más bien considera que si los migrantes tuvieran información y las facilidades acudiría masivamente a votar. “No se considera al migrante como un guatemalteco, se le ve como alguien que no cuenta, para lo único que se les recuerda es cuando llegan remesas”, reprochó.
Asimismo, indicó que la tardanza en los consulados para gestionar un documento, al menos en Nueva York, persiste. Hay miles que tenían la intención de votar, pero que no pudieron hacerlo porque no tuvieron a tiempo el DPI para empadronarse, afirmó.
“Hubo muchas trabas para que el proceso electoral fuera eficiente y se gastaron un dineral para un resultado patético”, se lamentó Álvarez.
Guillermo del Bosque, secretario ejecutivo de la Cámara Guatemalteco-Americana de Migrantes, también ve difícil que se mejoren las condiciones de votación para los connacionales en la segunda vuelta “ya que no realizaron un buen trabajo de logística, coordinación y publicidad en cuanto al llamado al voto” para las elecciones del 25 de junio pasado.
“Como comunidad migrante de guatemaltecos en los EE. UU. constituimos uno de los sectores de mayor aporte a la economía del país, por lo cual exigimos al TSE, respeto y responsabilidad en la segunda vuelta”, recalcó.
La Junta Electoral de Voto en el Extranjero no respondió a una solicitud de comentarios que le hizo Prensa Libre.
La oficina de Comunicación del TSE informó que los centros de votación se mantendrán en las 15 ciudades donde se celebró la primera vuelta, y que el padrón electoral utilizado en la primera no puede variar.