Según se indicó, la audiencia tenía por objeto que Miguel, de 16 años, dijera si se consideraba culpable o inocente.
Cuando se le hizo la pregunta, la joven no entendió y no supo qué responder, por lo que su abogado, Marc Shiner, tuvo que contestar que su cliente era inocente.
Suspenden audiencia
La audiencia habría de repetirse mañana, para solicitar la libertad condicional de la adolescente.
Sin embargo, se suspendió a última hora, tras comprobarse que Miguel se encuentra ilegalmente en Estados Unidos, y se corre el riesgo de que huya.
También ayer se confirmó que es de origen canjobal, y que ese es el idioma que habla. Así lo manifestó Lucio Pérez, del Centro Maya-Guatemalteco, quien explicó que el traductor dio fe de esa situación.
El caso
Miguel fue capturada por la policía de West Palm Beach, Florida, el 11 de octubre último.
Dos días antes, según el reporte policial, habría dado muerte a su hija recién nacida, a quien colocó una bola de papel higiénico en la garganta, lo cual le provocó asfixia. Las autoridades encontraron el cuerpo dentro de una bolsa de plástico en un basurero.
La adolescente fue llevada a la cárcel, y el 7 de este mes afrontó a un gran jurado, que decidió iniciar juicio, por las evidencias en su contra.
Cabe la posibilidad de que el juicio se lleve a cabo en marzo próximo.
Tanto el defensor de Miguel, como agrupaciones de guatemaltecas en Estados Unidos, consideran que los derechos de la joven se violan, y que no se le trata de acuerdo con su edad, crítica que ha sido rechazada por las autoridades de ese país.
?No saben de idiomas mayas?
La falta de un traductor para Eulalia Miguel ?se debe a la ignorancia del sistema de justicia norteamericano, que no sabe nada de idiomas mayas?.
Esa es la opinión de Lucio Pérez-Reynoso, director ejecutivo del Centro Maya-Guatemalteco en West Palm Beach, Florida.
Pérez expuso que si Miguel no cuenta con un traductor, no tendrá oportunidad de defenderse y decir lo que en realidad pasó con la muerte de su bebé.
Añadió que se le debería proporcionar un juicio de acuerdo con su edad y sus condiciones culturales, pues de otra manera le restan posibilidades de obtener justicia.
El Centro Maya-Guatemalteco es la institución que apoya a Miguel, y paga los honorarios de su abogado.