Unas 1 mil 300 personas fueron expuestas o inoculadas con una enfermedad venérea, y de ellos menos de 700 “recibieron alguna forma de tratamiento“, señaló Hauser, durante una reunión de la comisión presidencial para presentar las conclusiones preliminares de la investigación.
Los experimentos médicos, que fueron realizados en poblaciones vulnerables, como enfermos siquiátricos, trabajadoras sexuales y presos, fueron un “episodio claramente inmoral de injusticia histórica“, afirmó Amy Gutmann, jefa de la comisión, que desde hace nueve meses estudia los hechos ocurridos hace más de 60 años.
La comisión fue conformada por Obama en noviembre, un mes después de que salieran a la luz estas investigaciones de un grupo de médicos estadounidenses, realizadas entre 1946 y 1948 con financiamiento de los oficiales Institutos Nacionales de Salud (NIH, por sus siglas en inglés).
Los hechos fueron calificados de “crímenes de lesa humanidad” por el presidente de Guatemala, Álvaro Colom, cuyo gobierno inició su propia investigación sobre lo ocurrido, que aún no ha concluido.