Según el ministro de Gobernación, Adolfo Reyes Calderón, iban tras la pista de ocho personas sindicadas de varios delitos, principalmente narcotráfico.
La operación fracasó porque, según confirmaron las autoridades, no se incautó drogas ni se detuvo a nadie.
La historia
La poca tranquilidad de los vecinos de La Pepesca y La Reforma se vio interrumpida ayer desde las 5 horas, cuando efectivos del Ejército y cerca de 300 elementos de la Fuerza Especial Policial, y del Grupo de Acción Rápida acordonaron viviendas y caminaron por las calles.
En las principales entradas a las dos aldeas referidas, registraban los vehículos que ingresaba y salían.
Sin coordinación
A pesar del enorme despliegue, el cateo se inició hasta las 15:30 horas en la aldea La Pepesca.
Ocho fiscales llegaron de la capital en helicópteros desde la mañana, pero al tratar de coordinar con autoridades policiales se percataron de que ninguno contaba con autorización para efectuar las diligencias.
Los vecinos, sorprendidos por la presencia policial, no quisieron hablar sobre el tema y sólo miraban de reojo a los agentes y elementos del Ejército vestidos con ropas camufladas.
Lo más curioso e irónico de la operación fue que a pesar de que se ha denunciado en diversas ocasiones que los sindicados de narcotráfico viven en la aldea La Reforma, será hasta hoy cuando se efectúen allanamientos en ese sector.
Varios vecinos de dicha aldea se mostraron temerosos de lo que pueda suceder, porque argumentan que los señalados de narcotráfico son personas violentas.