Guatemala No Se Detiene

Opinión: ¿En dónde está el futuro de Guatemala?

¿Por qué muchos extranjeros que visitan Guatemala se van pensando que los guatemaltecos estamos dormidos sobre una joya pero aún no nos hemos dado cuenta?

Enfocar la visión del futuro de Guatemala en turismo sostenible es lo que nos va a permitir limpiar todo el país. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca)

Enfocar la visión del futuro de Guatemala en turismo sostenible es lo que nos va a permitir limpiar todo el país. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca)

Es lógico y natural tener una apreciación más amplia y clara cuando las cosas se ven desde la distancia porque cuando se tienen demasiado cerca es difícil entender su grandiosidad. Por siglos, la mayoría de los guatemaltecos hemos crecido escuchando una historia bastante mala y pobre respecto a nuestro origen y a nuestro presente; el futuro, ni siquiera nos han enseñado a imaginarlo, mucho menos a diseñarlo, pero finalmente, hoy, muchos de nosotros estamos haciéndonos las tres grandes preguntas fundamentales: ¿de dónde venimos? ¿quiénes somos? y ¿hacia dónde vamos?

Guatemala tiene 4 mil años de historia y venimos de una de las civilizaciones mas avanzadas de su época que con la conquista, produjo un raro mestizaje del que la mayoría somos parte. Nuestro patrimonio natural y cultural nos hace ricos, únicos y diferentes. Estamos ubicados en el centro del mundo y somos uno de los 19 países más biodiversos del planeta. En un territorio pequeño y compacto, cual frasco de perfume, tenemos 36 volcanes, 23 idiomas, un clima excepcional, gente amable y emprendedora con una notable voluntad de servicio. Nobles anfitriones.

Aquí está el futuro brillante y unificador de Guatemala. Aquí están los ingredientes principales para elegir cuál va a ser nuestra diferenciación, nuestra visión de nación, lo que nos hace diferentes y especiales frente al resto del mundo.

Enfocar la visión del futuro de Guatemala en turismo sostenible es lo que nos va a permitir limpiar todo el país, valorar y preservar el agua, sanar nuestros ríos, lagos y mares. Guatemala produce abundante agua pero aún no hemos aprendido a gestionarla y nos urge hacerlo, porque de la manera que hoy estamos gestionando nuestros desechos individuales, colectivos, industriales y agrícolas, estamos produciendo entre todos un desastre de dimensiones insospechadas.

El turismo sostenible nos va a dar una razón económica para crear la estrategia orientada a elevar la calidad de vida de todos los que aquí vivimos y de los que nos visiten. Las carreteras ya no serán tierra de nadie donde cada uno hace lo que se le da la gana sin importar si obstaculiza la movilidad, destruye el paisaje o pasa por encima del vecino. El nuevo ordenamiento territorial será clave para poner en valor nuestras identidades.

Conectar a Guatemala con el mundo desde una perspectiva de admiración hacia nosotros, nos colocará en un esquema mental innovador en donde la economía circular se vuelve la nueva normalidad creando fuentes mayores de riqueza.

El turismo sostenible también nos va a servir para redefinir cómo y para qué debemos crear los nuevos modelos de aprendizaje, utilizando la tecnología a favor de nosotros y del país que intencionalmente decidamos construir. Los viejos sistemas de educación son insuficientes e incluso, a veces innecesarios, para los grandes retos del presente y del futuro. Saber cuál va a ser nuestra especialización es la mejor manera de definir los nuevos programas de estudios para los niños y las niñas del futuro.

Ya no estamos hablando de esfuerzos aislados ni de hacer una campaña de mercadeo para atraer cualquier tipo de turistas con una marca país imaginada fuera de aquí, lejos de nuestra verdadera esencia. Tampoco las esperanzas están puestas en que una sola persona transforme una institución de turismo y nos ponga a todos los guatemaltecos en boca de todo el mundo.

Hoy sabemos más que ayer porque hemos vivido más y hemos cometido más errores. En nuestras manos está disponible el conocimiento acumulado de la humanidad.  El reto no es copiar a Costa Rica ni convertir El Remate en el nuevo Tulum pero sí aprender de Costa Rica, México, Perú y otros países con una mirada crítica, sabiendo que no tenemos que empezar de cero pero con la consciencia de que nuestra alma es única.

El verdadero reto es colocar el turismo en el centro de todas las agendas; en la punta de lanza que nos conecte con el futuro desde una clara visión de largo plazo que trascienda los próximos tres gobiernos.

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