En esta entrevista, Pira expone su punto de vista sobre el XI Censo Poblacional.
¿Qué opina del material que se utilizará para la recolección de datos?
La boleta y los otros materiales son conocidos desde hace tiempo por varios sectores. Sin embargo, hubiera sido adecuado incluir otros aspectos específicos, como el relacionado con la religión.
¿Cómo analiza el perfil de los empadronadores?
Me preocupó que en una iglesia invitaran a jóvenes vacacionistas para formar parte del equipo de empadronadores. El censo es un trabajo delicado, pero que lo ven como alternativa a empacar regalos.
Creo que los empadronadores deben ser profesionales o que estén avanzados en sus estudios.
¿Qué otras deficiencias observa?
El problema lo veo un poco en la fecha de realización. En esta época mucha gente se desplazó de sus lugares de origen para trabajar en la costa. El momento adecuado era marzo, cuando los campesinos ya están en casa.
¿Puede ser el censo manejado con fines de políticos?
Insisto en que el momento es inoportuno, pues estamos cerca de las elecciones generales. Aunque no llegara a pasar nada, la gente puede desconfiar de los resultados.
¿Qué podría provocar la manipulación de los datos obtenidos durante el censo?
Desde cambiar el número de diputados, pues se fija de acuerdo con la población, hasta cambiar las estadísticas de analfabetismo. Lo más adecuado es que los censos se realicen cuando un gobierno esté a la mitad del período para el que fue electo.