Las primeras investigaciones detallan que la víctima fue lapidada, debido a una herida que tenía en la cabeza, producida con un objeto aparentemente pesado.
Al lugar se presentaron agentes de la Policía Nacional Civil para resguardar la escena del crimen, mientras los fiscales del Ministerio Público, efectuaban las diligencias correspondientes.
Las autoridades ya ordenaron el retiro del cadáver, el cual fue trasladado de la escena del crimen hacia la morgue del Instituto Nacional de Ciencias Forenses, en la zona 3.
Asalto
El crimen pudo deberse a un asalto, de acuerdo a las primeras líneas de investigación, pues a la víctima le fueron localizados Q150 que tenía escondidos, pero no su teléfono móvil ni la mochila con la cual acostumbraba salir.
Al lugar llegaron Édgar René Chuga y Ana Mateo, hermano y cuñada de la víctima, quienes dijeron que el ultimado se dedicaba a vender golosinas en el sector.
Explicaron que ayer salió a eso de las 17 horas, como generalmente lo hacía, y que la última comunicación que tuvieron con él fue a las 22 horas, cuando les habló por teléfono.
Los parientes de Chuga se resignaron ante lo ocurrido, y dijeron que no esperan nada en contra de quien o quienes hayan cometido el crimen, pues aseguraron confiar en la justicia divina.