En las últimas bancas de la sala los exlegisladores se mantuvieron sentados tratando de evadir fotografías y grabaciones y después de esperar por más de 30 minutos a la jueza de Mayor Riesgo “A”, Claudette Domínguez, se acomodaron y prestaron atención.
Entre los señalados que asistieron a la audiencia están los exdiputados César Fajardo, Alfredo Rabbé, Julio César López Villatoro, Carlos Enrique López Girón, Carlos Herrera Quezada, Christian Boussinot, Arístides Crespo y Selvin García.
También los exlegisladores Alexander Castillo, Juan Alcázar y Marcelino Chutá.
EN ESTE MOMENTO
En este caso, 10 señalados se acogieron a la figura especial de aceptación de cargos, entre ellos el exdiputado Edgar Cristiani.
Cristiani desistió de ratificar el convenio de colaboración eficaz y se va por procedimiento ordinario.
Cristiani no logró ratificar un convenio de colaborador eficaz en este mismo caso, aunque fungió como testigo y en una declaración en anticipo de prueba relató la manera en que se fraguó un plan para crear plazas e incriminó a Luis Rabbé quien fue presidente del Legislativo en 2015.
Luego de ser aceptada su solicitud salió de la sala porque su caso se desarrollará en un proceso distinto en el que aceptará que como legislador y segundo secretario del Legislativo se aprovechó del cargo para crear plazas de secretarias, asesores y ujieres que no llegaron a trabajar.
La jueza Domínguez indicó que a raíz de la reforma al Código Procesal Penal respecto de la aceptación de cargos, esa judicatura ha tenido a bien recibir 10 memoriales.
La juzgadora empezó la sesión anunciando que se trataba del comienzo de la fase intermedia, en la que decidirá si los sindicados van o no a juicio, luego advirtió que los abogados de algunos procesados presentaron memoriales.
La primera acusación que leyó la Fiscalía Especial Contra la Impunidad (Feci) fue la del exdiputado Alfredo Rabbé.
Explicó que en el 2014 gestionó de manera irregular a 18 personas, en su mayoría asistentes, en ese entonces, él era cuarto secretario de la Junta Directiva del Congreso de la República.
A Rabbé el Ministerio Público lo sindica del delito de abuso de autoridad y peculado por sustracción de forma continuada.
La Feci indicó que del periodo del 14 de enero del 2012 al 14 de enero del 2016, Rabbé ostentó la calidad de diputado al Congreso y del 14 de enero del 2014 al 2016 ocupó la cuarta secretaría de la Junta Directiva del Legislativo.
Como miembro de la referida Junta y en forma mancomunada con el presidente y le director general, eran responsables de la administración del patrimonio del Congreso.
La ley del Organismo Legislativo contempla la contratación del personal al que tenía derecho, entre este una asistente, una secretaria y un ujier bajo el renglón 022.
Marta Estela Valdez Soto fue contratada en el puesto de asistente con un salario nominal de Q10 mil, una secretaria con un sueldo mensual de Q7 mil y Héctor Ramón Rodríguez Ruiz en el cargo de ujier con Q4 mil de salario.
Según la Feci, Rabbé aprovechándose del cargo que ostentaba abusó al solicitar la contratación de personal bajo el renglón 022 “sin existir justificación alguna” de que dicho personal era necesario.
En ese sentido, gestionó la contratación de 18 personas, a quienes de forma arbitraria “sin justificación alguna y antojadizamente” decidía el puesto que ocuparían y el salario que devengarían.
Como consecuencia de esta acción, en el 2014 se logró la contratación de Andrea Gabriela Ballesteros Morales en el puesto de asistente con un salario de Q15 mil; además de otras personas que ganaban entre Q5 mil, Q10 y Q15 mil en distintos cargos.
También instruyó de forma arbitraria a partir de qué fecha tenían que tomar posesión con efecto retroactivo los nuevos servidores públicos, lo que perjudicó al Congreso, ya que las personas tenían 62 días de retroactividad.
La investigación de la Feci señala que en 2015 siguió teniendo influencia y aunque no integró la directiva logró la contratación de 10 asesores que se ausentaron durante ese año a sus puestos, a eso la fiscalía le denominó: plaza fantasma.
En el 2015 se registró la contratación de 10 personas y según el fiscal de la Feci, Lázaro de Jesús Pirir, el exdiputado disponía desenfrenadamente de los recursos del Congreso.
Añadió que el exfuncionario aprovechó para la contratación de más personal en puestos de asistentes con salario de Q7 mil, Q10 mil y Q15 mil. Este personal también tomó posesión de forma retroactiva.
Once de los 16 asistentes contratados no cumplían con el requisito de tener mínimo pensum cerrado a nivel de licenciatura, por lo que no eran idóneos para el cargo.
También en la audiencia se presentó acto conclusivo en contra de Héctor René Polanco Argueta por el delito de peculado por sustracción.
En contra de María Lourdes Solórzano Carvallo por el delito de peculado por sustracción y contra Marta Estela Vaidez Soto por el mismo delito.
En este Caso de Plazas Fantasma son 68 personas las señaladas, según autoridades.
Enfrentan sindicación
Otros 11 exdiputados no optaron por aceptar hechos, se quedaron en la sala de audiencias y presenciaron el comienzo de la etapa intermedia, ellos aún defienden su inocencia y han advertido hacerlo hasta las últimas instancias.
César Fajardo, Alfredo Rabbé, Julio César López Villatoro, Carlos Enrique López Girón, Carlos Herrera Quezada, Christian Boussinot, Arístides Crespo, Selvin García, Alexander Castillo, Juan Alcázar y Manuel Marcelino García Chutá son los exlegisladores que insisten en su inocencia.
El caso
Exdiputados que integraban la junta directiva del Congreso desde el 2012 gozaban del derecho de tener de 15 a 20 personas a su servicio entre asistentes y asesores.
La investigación del MP y la Cicig “determinó dos modalidades de contratación irregular en el Legislativo: la primera a través de nombramientos de personal bajo el reglón presupuestario 022, que no reunía los requisitos para cumplir con el perfil del puesto y sin justificar una estricta necesidad para nombrar a este personal, al margen de cualquier verificación de capacidad presupuestaria o de otra índole”.
“Además se evidenció que los integrantes de dichas juntas directivas pactaron distribuir entre sus miembros un alto número de plazas para contratar personal con el presupuesto del Congreso”, dijo la ahora inhabilitada Comisión en su momento.