Por lo anterior, los magistrados consideraron que el fallo del juez Moto, se apega a derecho y no hay indicios que acrediten que los hermanos Valdés Paiz son responsables del hecho y no se podría sustentar en un juicio la responsabilidad de los Valdez Paiz.
La Sala Cuarta expuso que las declaraciones de los seis testigos no son suficientes. “Si el MP y la CICIG pretenden que una persona sea sometida a juicio, deben presentar medios de convicción suficientes que no generen dudas”, se lee en parte de la resolución que ya fue notificada y entregada a los señalados.
Según el abogado César Calderón, defensor de los hermanos Valdés Paiz, expresó: “Esto fortalece entonces la posición de que por fin se hizo justicia y los hermanos Valdés Paiz cada vez están más lejos de un proceso”.
Debido a este fallo la Fiscalía contra la impunidad del Ministerio Público presentarán un recurso de casación, según explicó el fiscal Juan Francisco Sandoval, dado que sí existen evidencias de su posible participación en el asesinato del penalista.
Calderón agregó que la resolución es importante porque hace un acto de justicia a los hermanos Valdés Paiz. “El MP y la Cicig podrán presentar algún recurso, o se darán por vencidos después de tanto revés que han llevado en este caso”, enfatizó el abogado.
Colaborador eficaz en el Caso Rosenberg
Luis Mario Paz Mejía, quien se convirtió en colaborador eficaz durante el proceso por la muerte del abogado Rodrigo Rosenberg, falleció en enero del 2014 en el hospital del Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (IGSS) de la zona 9, por una enfermedad terminal.
Paz Mejía figuraba entre las personas que participaron en el crimen contra Rosenberg, ocurrido el 9 de mayo del 2009, pero optó por colaborar con las autoridades en las pesquisas y declaró contra el resto de la banda.
El 16 de julio de 2013, durante una audiencia efectuada en el IGSS de la Zona 9, donde estaba internado, dijo que un fiscal lo obligó a declarar contra los hermanos Francisco y Estuardo Valdés Paiz, señalados como autores intelectuales del crimen.
En esa ocasión, Paz Mejía aseguró que no conocía ni había hablado con los sindicados, quienes después de casi tres años en prisión fueron puestos en libertad.
Rosenberg, según la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala, coordinó su propia muerte.