La comisionada contra el Femicidio, hasta hoy, afirmó que el mandatario le ofreció seguridad.
“Pero le dije que no podía. No me sirve de nada andar con un ejército de gente; eso no es vida”, refirió Trejo.
Indicó: “Tengo familia y mis hijas solo a mí me tienen. Hemos hecho mil 200 capturas de agresores y 50 de femicidas, así que está muy disperso —de dónde podrían provenir las intimidaciones—”.
Trejo añadió que el día que se percató de que vigilaban su residencia llamó a la Policía Nacional Civil de Mixco, la cual determinó que el hombre que la controlaba llevaba una cámara fotográfica y se conducía en una motocicleta que no había circulado en los últimos dos años. “Allí empezó mi temor, aunque no lo externé”, resaltó.
Trejo ha sido la única comisionada presidencial contra el Femicidio y logró que se institucionalizara el cargo, a través de un acuerdo gubernativo.
Ahora que dimite, junto con ella dejan la institución su equipo: una asistente, una secretaria y un trabajador social.
Debe darle seguridad
Mayra Véliz, coordinadora ejecutiva del Observatorio de Violencia Sexual y Femicidio, dijo: “El Estado debe tomar esto como una denuncia, porque si no, nos vamos a enfrentar a lo delicado de cuando murió Lea —De León—, cuando el ministro de Gobernación afirmó que le ofreció seguridad y ella no quiso”.
“Obviamente a veces uno no quiere seguridad y no confía en la del Estado, pero sí es de poner las barbas en remojo. Es obligación del Estado garantizar la seguridad de ella”, agregó.
Sin sucesora
Trejo expuso que no le sugirió al mandatario quién podría ser su sucesora, ya que no se lo pidieron.
“Debe saber de leyes de seguridad, conocer la PNC —Policía Nacional Civil—. Cuatro años y medio en este tema no es fácil”, señaló.