Velásquez comentó que el comportamiento de Porras “no quedó impune”.
Porras admitió a investigadores la entrega de Q15 millones a través de12 cheques a seis empresas vinculadas a Alejandro Sinibaldi, mencionó Velásquez.
El dinero llegó a Impresos Urbanos, Arqco Outsourcing, Inversiones ASA y Seguridad ASA.
Esos pagos fueron parte del acuerdo en 2011 al que Porras, en nombre de Telgua, llegó con Julio Ligorría, exembajador de Guatemala en Estados Unidos y exasesor del gobierno del Partido Patriota (PP), que ideó la estrategia para que esa empresa telefónica llegara a un acuerdo con Tigo, quien tenía a su favor resoluciones de la Superintendencia de Telecomunicaciones (SIT) en el gobierno de la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE) y que significaban el pago de US$400 millones.
¿Qué planteaba la estrategia de Ligorría? Velásquez explicó que los entonces candidatos Otto Pérez Molina y Roxana Baldetti mostraran fuertes acercamientos con Carlos Slim, dueño de América Móvil y de Telgua, para “asustar” a Tigo.
Así fue como Slim, Pérez Molina, Roxana Baldetti, Alejandro Sinibaldi y Ligorría se reunieron en México en agosto de 2011, y un mes después Telgua y Tigo llegaron a acuerdos.
Posturas
Prensa Libre contactó a Litza de Escobar, Gerente de Relaciones Institucionales de Telgua y no se pronunció.
Manuel Sisniega, Director de Asuntos Corporativos de Tigo, respondió: Estamos consternados ante la confesión expresa del ex gerente general de Telgua respecto a la comisión de hechos delictivos por parte de dicha empresa, con el afán de procurar obtener un entorno de privilegios que le permitiera favorecer en forma artificial su negocio. Sus actos son injustificables bajo cualquier punto de vista, y lamentamos que en un vano intento de hacerlo haya esgrimido argumentos -absolutamente infundados- en los que involucra a nuestra empresa.
Agregó: “Existe nuestra total disposición de aclarar y brindar a las autoridades respectivas cualquier información que pudieren requerirnos. El proceso al que hace referencia en su confesión el señor Porras fue promovido por nosotros -y otros operadores iniciaron a su vez procesos similares- en contra de Telgua, con el propósito de que se conocieran y resolvieran, mediante el mecanismo establecido en nuestra legislación, algunos desequilibrios comerciales derivados de la interpretación que le daba Telgua a algunas cláusulas del contrato de Interconexión. La culminación exitosa de este proceso habría permitido mejorar las condiciones generales del mercado de las telecomunicaciones en Guatemala, redundando en mayores beneficios para los usuarios del servicio. Desafortunadamente no fue posible llevar el juicio a buen término y nos vimos obligados a desistir del mismo. Ahora entendemos las razones por las que se hizo tan difícil que el proceso avanzara”