Según la defensa del general retirado, al ser declarado incompetente había que suspender la persecución penal en su contra, algo a lo que la Fiscalía y las víctimas se opusieron y la CC también negó confirmando la realización del nuevo juicio.
Junto a Ríos Montt también será juzgado José Mauricio Rodríguez Sánchez, exjefe de inteligencia del militar.
El juicio especial se realizará a puerta cerrada, con las víctimas pero sin medios de comunicación. Ríos Montt no acudirá por su estado de salud y será representado por sus abogados Jaime Hernández y Luis Rosales Marroquín.
Los dos militares retirados están acusados de los delitos de genocidio y contra los deberes de humanidad por la muerte de mil 771 indígenas ixiles a manos de soldados del ejército guatemalteco entre el 23 de marzo de 1982 y el 8 de agosto de 1983, tiempo en el cual Ríos Montt fungió como jefe de Estado de facto del país.
Esta será la tercera vez que se intente llevar a juicio a Ríos Montt por las acusaciones en su contra. La primera fue en abril del 2013, cuando el Tribunal de Mayor Riesgo A efectuó el juicio en su contra.
En el juicio, al menos 100 testigos detallaron como soldados del ejército guatemalteco arrasaron sus tierras, quemaron sus casas, realizaron violaciones en masa, asesinaron a cientos de niños, mujeres y hombres civiles, acusándolos de guerrilleros.
Tras casi mes y medio de audiencias el juicio finalizó el 10 de mayo del 2013, cuando el Tribunal encontró culpable a Ríos Montt y lo condenó a 80 años de prisión, absolviendo a Rodríguez Sánchez. Sin embargo la CC revirtió la decisión 10 días después y ordenó un nuevo juicio por fallas en el debido proceso.
Como el Tribunal A no podía continuar conociendo el proceso, este se envió al Tribunal B que fijó el comienzo del juicio para el 5 de enero de 2015, sin embargo el general retirado no se presentó por problemas de salud por lo que de nuevo el juicio fue atrasado.
El tribunal ordenó exámenes médicos, físicos y psicológicos en los que determinó su incapacidad para un juicio ordinario por lo que de nuevo programó el juicio, esta vez será uno especial.
Guatemala vivió un conflicto armado durante 36 años, entre 1960-1996, que según Naciones Unidas dejó como saldo unos 250 mil muertos y desaparecidos.