La iniciativa se extendió a Guatemala y ha permitido visibilizar más el problema a través del #YoTambién.
Detalles
En el 2008, el Ministerio Público (MP) comenzó a registrar las denuncias a través del Sistema Informático Integrado de Gestión de Casos (Sicom) y hasta el año pasado iban más de 99 mil casos relacionados con delitos de violación y agresión sexual.
Aunque las denuncias que llegan a la Fiscalía son de víctimas de cualquier género, edad y condición económica, hay una constante que refleja la conducta machista de la sociedad guatemalteca.
“En el análisis que se hace se determina que las víctimas casi siempre son mujeres. Por ejemplo, de cada 10 denuncias —de agresiones— que ingresan, dos son contra hombres”, informó Alejandro Chang, encargado del Área de Análisis Criminal de la Fiscalía de la Mujer.
En el 2014 se recibieron 12 mil 811 denuncias en el MP y en el 2015 se reportaron 11 mil 330, lo que evidencia la manera exponencial en que aumentó la cultura de denuncia, si se compara con las quejas recibidas en 2008, cuando hubo solo tres mil 748.
Para la Procuraduría de Derechos Humanos (PDH), las agresiones sexuales abarcan a todos los sectores de la sociedad; sin embargo, las principales víctimas siguen siendo niños y adolescentes.
Los agresores, en la mayoría de casos, son parte del círculo familiar.
En los últimos 16 meses, la Fiscalía de la Niñez recibió mil 836 denuncias por agresiones contra menores de edad, y gran porcentaje se relaciona con violación o abusos sexuales.
Según la Fiscalía, uno de los casos más sensibles, el año pasado, fue el de una niña que fue abusada por el esposo de su abuela desde los 3 hasta los 6 años.
“Después de tres años la niña decidió contarle todo a su madre, porque el agresor le pegó cuando ella intentó tocar el timbre de una casa. Ese día, sin rodeos, le dice a su mamá los abusos sexuales de quien ella consideraba como su abuelo. Ella le decía incluso abuelo Calín”, refirió un fiscal de Menores.
Los hechos ocurrieron entre el 2014 y el 2016, en un sector de la zona 6 capitalina.
Después de la confesión de la niña, la madre la llevó a un hospital para confirmar los abusos. Los resultados de las evaluaciones médicas fueron presentados al MP, acompañados del testimonio de la pequeña.
Por ese caso fue capturado, semanas después, Carlos Augusto Ortiz Hernández, sargento mayor y especialista del Ejército, quien trabajaba en la Auditoría Militar de Cuentas del Ministerio de la Defensa.
En el debate fueron presentadas las declaraciones de la niña, que fueron tomadas en la cámara de Gesell —habitación formada por dos ambientes separados por un vidrio—. “Ella contó que su abuelo Calín la agredía mientras ella observa sus caricaturas, y que en ocasiones la amenazaba si llegaba a contarle a su mamá”, dijo un fiscal.
Ortiz Hernández fue hallado culpable de violación con agravación de la pena, con circunstancias especiales de agravación, y agresión sexual con agravación de la pena, luego de que la Fiscalía presentó más de 26 pruebas al Tribunal de Femicidio.
El agresor fue condenado a 29 años y ocho meses de cárcel inconmutables y a pagar una reparación de Q27 mil.
Reparación de daños
Para la Fundación Sobrevivientes, la confianza en el núcleo familiar es clave para evitar que un niño sufra abuso sexual o algún tipo de agresión. Además, es necesario brindar apoyo psicológico a las víctimas, para que puedan superar los traumas.
El año pasado, el Congreso aprobó la Ley del Registro de Agresores Sexuales (Renás), que obliga a que todas las personas que por su trabajo tengan contacto con niños tengan una constancia que certifique que no han sido condenadas por agresión sexual.
Recomendaciones
- No descuide a los niños, por mucha confianza que tenga del lugar donde se encuentren —escuela, iglesia o el mismo hogar—.
- Esté pendiente de las actividades de sus hijos, conozca quiénes son sus amigos, maestros y el círculo más cercano.
- Controle a sus hijos al momento en que usen las redes sociales, principalmente Facebook. Los agresores usan perfiles falsos para captar la atención de sus víctimas.
- Presente la denuncia a la Policía Nacional Civil, a través del número 110, o en alguna estación. También puede hacerlo en las diferentes sedes del Ministerio Público o al número 2411-9191.