Lea también:
¿Cómo llegó hasta ahí? Durante el proceso de chequeo y tomas de muestras para pruebas covid-19, Migración entregó una bolsa con todos los celulares a un psicólogo de la SBS, quien pidió al piloto del microbús, Pilar Antonio Mejía Bethancourt, que la sostuviera para que no se extraviaran.
Pero de un momento a otro, Mejía salió del centro de retornados con la bolsa que contenía todos los teléfonos y cuando los funcionarios se dieron cuenta que no estaba dentro de las instalaciones, la PNC que está en Migración salió a pedirle los teléfonos y a revisar el vehículo, por lo que encontraron uno los aparatos en guantera.
Mejía Bethancourt, afirmó que era suyo, pero no pudo desbloquearlo frente a los agentes de la Policía Nacional Civil (PNC) por lo que lo recogieron y preguntaron si a alguno de los 34 NNA retornados ese día les hacía falta el aparato, según se lee en la denuncia realizada ante el MP.
El adolescente de 17 años confirmó que no le habían dado su celular y cuando le mostraron el aparato encontrado en la guantera lo identificó como suyo y lo desbloqueó sin ningún problema. Por esta sustracción, Mejía fue denunciado por las autoridades de la SBS ante el Ministerio Público (MP) para evitar que los teléfonos se pierdan.
Carlos Gómez, subsecretario de Protección y Acogimiento de la Niñez y Adolescencia de la SBS, explicó que, aunque, este hecho pareciera no tener mayor importancia, la institución no permitirá ningún abuso o violación a los derechos de los niños y adolescentes que estén bajo su cuidado.
“No queremos dejar pasar por alto este tipo de situaciones, en las cuales tomaremos acciones rápida y enérgicas sobre este tipo de eventos. Es un teléfono, y el niño nos indicó que durante el camino –que recorrió a Estados Unidos—extravió sus documentos personales, y perder su celular aquí pudiera haber sido una situación muy dramática. Además, es el único medio que tiene para comunicarse con su familia”, señaló Gómez.
El menor migrante es originario de Ixcán, Quiché, municipio que se ubica a más de 350 kilómetros de la ciudad capital y es una zona donde los índices de desarrollo para la población son muy bajos, y actualmente está en un albergue de la SBS para su proceso de reunificación familiar.
Para llegar a Estados Unidos atravesó por muchos obstáculos, ya que, la pandemia provocó que los migrantes tomen vías más inhóspitas durante su viaje y su estadía en dicho país duró un mes, según relató el adolescente a las autoridades.
“Con la pandemia los procesos que llevan los traficantes de migrantes son un poco más largos para recorrer el trayecto migratorio”, destacó Anaeli Torres, directora de Protección Especial y Atención no Residencial de la SBS.
Según las estadísticas de la SBS, el 62 por ciento de los menores de edad que migran a Estados Unidos es para encontrar oportunidades de desarrollo y para reunificarse con sus familiares.
Emplazamiento
La institución está emplazada desde abril pasado, en este tiempo las autoridades se han visto limitadas a realizar separaciones de los cargos a personas o despidos en el personal y por esta situación no pudieron tomar alguna acción inmediata contra Mejía, indicó Gómez.
Carmen Magzul, asesora de la SBS, explicó que la intención del secretario Carlos Francisco Molina no es hacer despidos masivos, sino buscan generar un mejor servicio para la niñez y adolescencia y han capacitado al personal, han aumentado o nivelado salarios en algunas plazas para que tengan oportunidades de desarrollo en la institución.
En marzo y abril pasado la SBS efectuó algunos retiros, por esta causa fueron emplazados por el sindicato y no les permiten hacer ningún otro movimiento en el personal, y afirmó que el emplazamiento no tiene razón de ser, porque existe un Pacto Colectivo vigente, señaló Magzul. Gómez además afirmó que, el Sindicato de Trabajadores de la SBS tuvo con acercamiento con él para indicarle a qué personas debía de cambiar y a quiénes contratar, cuando esta no es su función.
Marzul agregó que en el personal también hay trabajadores que se niegan a continuar con sus labores, porque están sindicalizados y se sienten acuerpados por el sindicato, y atentan con la atención que deben brindar a los niños y adolescentes.
Además, estas personas tienen el objetivo de provocar alteraciones en los hogares, como fue el caso de Amanda del Rosario Pineda, conocida como la “mamá Colocha”, a quienes los menores señalaron de que los maltrataba y ayudaba a que las menores las sacaran de los hogares para que fueran explotadas sexualmente. Actualmente, Pineda ya no está en la SBS y fue separada del cargo.
“Hemos tenido que levantar actas notariales, actas administrativas y estar blindando permanentemente para que ya no lo vuelvan a hacer. Con eso desestabilizan el ambiente laboral y tenemos que invertir mucho tiempo para mediar, para ver como trasladamos a estos trabajadores a otros centros, porque inician campañas uno o dos sindicalizados en el mismo centro”, afirmó Magzul.
Antes de la que la institución estuviera emplazada, las autoridades únicamente realizaron una rotación del personal de 2.25 por ciento y actualmente tiene 2 mil personas contratadas, explicó Luis Rodríguez, director de Recursos Humanos.
Hasta la fecha, Molina ha realizado 45 retiros en la SBS, de los cuales 20 corresponden a puestos directivos, porque son puestos de confianza, resaltó Rodríguez.