“Estoy aquí por la ambición, el egocentrismo y las ganas de sobresalir del comisionado Iván Velásquez”, es una de varias frases que Pérez Molina dice de su condición de preso.
“Hablan de 89 mil llamadas y solo hay una contra mí y no prueba ningún delito. Me imputan defraudación aduanera pero es imposible aplicarla a un presidente, porque ni soy funcionario ni defraudador. Tampoco hay pruebas de asociación ilícita. Y el cohecho depende de un testigo que admite que jamás me entregó un centavo”, agrega en la entrevista.
Consultado al respecto, el comisionado Iván Velásquez dijo a Prensa Libre que él no tiene duda de la responsabilidad del exmandatario, y no dio importancia a lo dicho en la entrevista a El País.
Dan a conocer aclaración del Comisionado Velásquez sobre los falsos rumores de su salida https://t.co/bTWgk0vvTe pic.twitter.com/CyB6UkdmLK
— CICIG Guatemala (@CICIGgt) December 14, 2015
“Hay una investigación que es realmente seria, que se fue construyendo desde antes desde los niveles inferiores. Hay exámenes y escuchas de un vista de aduanas y un agente, unas interceptaciones telefónicas antiguas. Desde ahí fue surgiendo la investigación hasta llegar al 16 de abril, con alguien de la cúpula”, afirmó el jefe de la Cicig.
Asimismo, el exmandatario está “convencido” de que no será condenado a 20 años porque “no hay elementos suficientes”.
Reiteró que hubiese podido exiliarse, pero lo que buscaba era aclarar su situación. “Si hubiera estado tan aferrado –a la Presidencia–, habría hecho cualquier otra cosa para evitar la justicia, incluso con medios violentos”, añadió.
Sin embargo, Pérez Molina, aún con un antejuicio solicitado en su contra, dijo que no renunciaría. Su dimisión se dio la noche del 2 de septiembre, y coincidió con la solicitud y emisión de la orden de captura.
Asociación ilícita, cohecho pasivo y caso especial de defraudación aduanera son los tres delitos por los que el expresidente se encuentra en prisión preventiva, a la espera de la audiencia de apertura a juicio, en enero.
Con relación a la Fiscal General, dijo: “Es algo que no termino de entender. Yo la escogí –Thelma Aldana – entre seis candidatos. Tenía buena comunicación con ella. Pero hubo un cambio. El Ministerio Público se convirtió en una herramienta de la CICIG, y esta, a su vez, en una de Estados Unidos”.
En la entrevista, Pérez Molina habla de las protestas. “Si hubiéramos querido, habríamos podido convocar una más grande y hasta se habría podido dar un enfrentamiento. Y le aseguro que entonces las protestas habrían terminado”.
“Si hubiera estado tan aferrado – a la Presidencia –, habría hecho cualquier otra cosa para evitar la justicia, incluso con medios violentos”.